Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)

Capítulo 39._Celos.

Como bien me ha dicho mi abuela, del árbol caído todos hacen leña, y esta semana el árbol caído fui yo y en efecto, no me han dejado ni una sola hoja intacta, no ha habido nadie que no se haya enterado de lo que pasó y todos me han mirado el trasero y han murmurado cosas sobre mi de manera descarada, he fingido que nada de lo que hacen o dicen me afecta pero lo cierto es que me han temblado las piernas cada vez que camino por la facultad.

Afortunadamente tal y como Cloe y Yuriko me dijeron, los rumores de Ilie no tardaron en apagarse pues no les prestaron tanta importancia, todos se centraron en burlarse de la enorme mancha de sangre en mi trasero  que aparecía en todas las fotografías. Ilie me dijo que no me preocupara que sus superiores estaban consientes de que solo había sido un profesor ayudando a una alumna que de cierto modo es justo así como paso, él había ayudado a cualquier chica que estuviese en mi situación.

Que Ilie me tranquilizara es lo que mas me ha ayudado a mantenerme serena ante la gran tormenta aunque por otro lado había otra situación que me ha tenido pensando de más, Zero.  Durante toda la semana solo lo vi dos veces en clases de francés y no convivimos pues solo realizamos trabajos individuales, lo he visto hablando de mas con un par de chicas de manera muy cercana, aunque eso no debería de extrañarme, él es Zero es obvio que habla con muchas mas chicas y casi puedo asegurar que se acuesta con mas de una, eso del trato conmigo es una tontería que solo yo me he creído.

Soy tan idiota e infantil y ¡Ahhh!

—¿Estas bien querida? —La dulce voz de la mamá de Cloe me trae de vuelta a la realidad.

Al fin es viernes y no me pude ir a casa a ver a mis abuelos cuanto antes porque ya le había prometido a Cloe una cena con sus papás, además fui a casa el martes y jueves, me iré mañana temprano a pasar el fin de semana con ellos y espero ir al menos unas dos veces la semana que viene, es cansado viajar dos horas a casa pues llego allá a las 5 pm mas o menos, solo paso la tarde con ellos y parte de la noche pues regreso aquí a las 4 am del siguiente día para llegar a tiempo a mis clases, si que es cansado pero solo son unos cuantos días y vale la pena el esfuerzo por ver a mis viejos.

—Si claro, solo estaba pensando de mas. —Explico a la señora Antonella

—Los jóvenes piensan demasiado en las cosas y dejan de disfrutar por ello.

—Si, le damos mucha importancia a cosas insignificantes. —Ambas guardamos un pequeño silencio.

—Quiero agradecerte por querer y cuidar a Cloe, sabemos de sus amigas porque nos habla de ellas pero jamás ha sentido la necesidad de querer que las conozcamos como a ti, eso te hace una chica especial. —Me sorprende ella con lo que me ha dicho—. Mi esposo y yo deseábamos conocerte porque Cloe nos ha hablado maravillas de ti.

—¡Vaya! No sé que decir. —En verdad me quedo sin palabras—. Gracias por tener tan buen concepto de mi, Cloe ha sido mi primer amiga de verdad y la quiero muchísimo, así que la apoyo en lo que puedo y en lo que me necesite.

—¿Qué hablan? —Aparece al fin Cloe asustándonos a ambas—. ¿Aún no llega el auto?

La señora Antonella y yo nos quedamos esperando en el recibidor a Cloe a quien se le antojo ir al baño de último momento mientras su papá fue a que le entregaran el auto para poder irnos.

—No, aún no. —Su mamá reconoce a través de los cristales el auto—. ¡Ah mira! Ya ha llegado.

Vamos a la salida y en efecto el padre de Cloe ya esta dándole una propina al valet parking, luego todos nos montamos en el auto, los papás de Cloe van adelante y nosotras atrás como niñas buenas.

La cena fue de lo mas agradable, los padres de Cloe son sumamente amorosos con ella y muy pero muy amables conmigo, me preguntaron de mi familia y no paraban de hablar de lo emocionados que estaban con su nieto, tienen tantos planes para él o ella y le dedicaran tanto tiempo que ya están organizado todo para darse un respiro en sus empresas.