Nunca creí que algún día alguien me llegaría a importar tanto como Zero lo hace, jamás me pasó por la cabeza que amar a alguien sería algo tan magnífico e irreal como esto, que llegaría al punto en el que no me importa nada más que estar junto a él, en el que no me importa su pasado ni su carácter, no me importan sus defectos y solo me abrazo de sus virtudes.
Ahora entiendo que cuando amas a alguien, cuando lo haces de verdad, su pasado, sus recuerdos, sus demonios, sus viejos amores y errores se quedan del otro lado de la puerta porque si no lo hacen entonces no sería amor de verdad. Cuando te aferras al pasado de la persona de la cual estas enamorado, cuando el yo de su pasado tiene peso en tu presente eso te perseguirá por siempre.
Los labios de Zero me hacen guardar silencio de manera sutil, me esa con lentitud, hunde sus dedos en cabello sosteniendo con fuerza mi nuca, lo único que hago es tomas con mis manos sus caderas tímidamente, apenas y lo toco pues solo disfruto de ese beso.
Zero me hace entrar a su habitación sin dejar de besarme, cierra la puerta habilidosamente y me incita a abrazarlo por el cuello para darse paso a mi cintura, me besa con urgencia, pero no más que la mía, mi cuerpo reacciona al suyo al instante, lo beso con cierta locura que desconozco y de pronto me sorprende tomándome de las piernas y levantándome en el aire haciéndome enredar mis pierdas alrededor de su cadera.
¡Dios! Extrañaba esto, siento como si hubiese pasado una eternidad desde que nos tuvimos de este modo por última vez, vez que por cierto fue inolvidable.
Sin decir una palabra me lleva hasta su cama recostándome en ella con delicadeza dejándose caer levemente encima de mío moviendo sus caderas en contra de mi sexo haciéndome sentir lo duro que esta para mi. Deja de besarme solo para quitarse la playera y no puedo evitar mirar cuan perfecto luce justo así. Con el torso denudo. Cuando me atrapa mirándolo así esboza una sonrisa coqueta que me hace sonrojar tontamente, pero antes de si quiera notarlo él hunde sus manos bajo mi vestido y de un tirón baja mis mallas y mi tanga anti sexi, se agacha para prácticamente arrancar mis tenis junto con el lo que ha deslizado por mis piernas hasta llegar a los talones, luego un segundo mas tarde siento su respiración en mis muslos y conozco el camino que quiere tomar pero lo detengo cuando recuerdo que el Monte de venus es denso justo ahora.
—No. —Digo por lo bajo haciéndolo parecer una súplica.
Zero entiende rápidamente porque no quiero que lo haga y justo después de darme un beso fugaz me mira directo a los ojos.
—No me importa, me gusta de todos modos ¿Sabías?
Ok, no entiendo como aún en esta situación puedo sentir ternura por eso.
—Pero no me siento cómoda y…
—Lo entiendo. —Me besa rápido—. Pero me gusta prepararte. —Susurra en mi oído repartiendo besos en este—. Darte placer. —Baja a mi cuello mientras levanta mi vestido al mismo tiempo arrojándolo lejos.
El brillo que veo en sus ojos cuando me observa desnuda delante de él solo con el sujetador puesto me hace sentir muy deseada y empapada.
Recorre una mano desde mi cuello bajándola por mi vientre mientras con la otra me deja expuesta deshaciéndose de la última prenda que me queda y cuando su mano llega a mi monte posicionándose en el punto exacto, su boca se aprovecha de mis senos haciéndome retorcer de placer nublándome la mente, luego acaricia mi punto con el pulgar introduciendo un dedo en mi interior que pronto se vuelven tres y… ¡Un tercero!
Jadeo con su nombre entre mis labios cuando siento que estallo me besa en la boca para ahogar mis gemidos producidos por el primer orgasmo y sin dejarme siquiera asimilarlo, él baja sus pantalones hasta apenas un poco para dejar libre su miembro, el cual lubrica con mis propios fluidos.
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Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)
RomanceFlesh More Thompson nunca había tenido amigos, ni un beso, mucho menos un primer amor debido a sus constantes mudanzas, nunca tuvo tiempo de involucrarse sentimentalmente con nadie porque sabia que tarde o temprano terminaría dejándolos. Ahora que p...