Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)

Capítulo 4._ El encuentro

Mi pecho duele, arde, quema.

Mis ojos expresan miedo, ira, tristeza y asombro. Mi garganta me lastima, un nudo se ahueca en ella y molesta tanto  que no me deja respirar normal, siento el temblor que viene desde mis pies hasta mis mejillas, incluso mi estómago parece revolverse y las ganas de vomitar vienen consigo.

Sabía que esto tarde o temprano tenía que pasar, sabía que por mucho que lo evitara terminaría encontrándome con Zero pero no esperaba que fuera tan pronto, no en mi maldito primer día de clases, no así, no ahora , no cuando aun no estoy preparada para verlo.

Sus ojos grises cayeron directo sobre mi en cuanto se dio cuenta de mi presencia, pero en sus ojos no veo nada mas que no sea arrogancia ¿Qué esperabas Flesh? ¿Que mostrara arrepentimiento? ¿Qué en cuanto te viera te pidiera perdón por lo que hizo? A decir verdad si, si esperaba eso pero también sé que Zero no es así no se arrepiente, no le duele nada, nada le importa.

Zero luce mucho mas atractivo de lo que lo recuerdo, su cabello luce negro con la noche y esta desaliñado cayendo por su frente algo salvaje, sus labios están mas rojos que de costumbre por el frío, sus mejillas están sonrojadas por el impacto el viento helado sobre ellas, su piel esta tan blanca que casi parece frágil y algunas ojeras diminutas adornan sus ojos, nunca he visto una belleza igual a la de él, nunca he visto una belleza que lastime tanto.

Stella nos mira con desdén a Ilie y a mi, al parecer tiene vista de águila porque Ilie ni siquiera se reconoce del todo con ese atuendo pero ella lo ha hecho.

No reacciono, me he quedado estupefacta, muchísimas veces repase acerca de cuál sería o qué reacción debería de tomar cuando me volviera a encontrar con Zero pero todo se me ha olvidado, debería de reclamarle, enfrentarlo pero eso ya lo hice antes y no resultó tan bien, o debería simplemente actuar como si nada hubiese pasado, restarle importancia a él, demostrarle a todos que Zero para mi solo fue un desliz insignificante. Eso último ha sido siempre mi mejor opción y he repasado mi actitud demandante y desinteresada a la vez frente al espejo tantas veces que ahora debería ser toda una experta en ocultar emociones pero no es así, ahora es como si me hubiesen lavado el cerebro, me siento exactamente igual como hace dos años cuando repase para una prueba de examen durante muchos días para que al momento de tener el examen en mis manos mi cabeza se bloqueara y olvidara absolutamente todo. En efecto reprobé esa prueba. Justo como ahora.

—Hola Stella. —Saluda de manera muy serena Ilie.

Sé que la presencia de Stella lo tomó muy desprevenido pero el sabe actuar con tranquilidad.

No, Ilie no actúa, el esta tranquilo, no le afecta que nos vean juntos, solo se preocupa porque ese sea un problema para mi.

—¿Qué hace aquí profesor? —pregunta con picardía Stella, al ver la mano izquierda de Ilie sobre mi brazo y al notar obviamente como él retiró su mano derecha de mi mentón.

—Estaba de paso por aquí y me topé con mi amiga. —explica él.

Zero mira fijamente a Ilie y una sonrisa burlona muy típica de él brota de su boca apenas audible, pero luego de esa sonrisa veo la seriedad apoderarse de su rostro, luego se frota el puente de la nariz con la mano derecha y simplemente nos ignora, trato de no mirarlo, de hacer lo mismo que él pero no  tengo mucho éxito.

¡Joder, joder! Solo debo actuar como si nada hubiese pasado, como si nada importara pero verlo ahí, tenerlo frente a mi me hace recordar todo en una secuencia de imágenes sin fin.

—Así que tu eres la amiga —dice Stella en tono burlón— ¿Quién diría que serías tu? Por cierto espero que no haya rencores entre nosotras.