Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)

Capítulo 47._ Al descubierto

“Pequeña ricitos de oro” se me ha revuelto el estómago por segunda vez en este día, nunca había odiado a alguien en mi vida como odio a ese tipo frente a mi, él esta ahí parado frente a nosotros como si nada, como si no hubiese destrozado a una niña pequeña.

Chase alterna su mirada entre su padre y Cloe con gran emoción, según lo que Cloe me ha contado ya ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que lo vio, es por eso que prefiere vivir en las residencias y no en casa por temor a que algún día los visitara, es por eso que ha evitado cada reunión de negocios o fiestas  de este tipo, ahora solo ha bajado la guardia un poco y ese infeliz se presenta frente a ella atemorizándola de nuevo.

Cloe se ha quedado ahí de pie congelada, estática al igual que Daryl mientras yo solo siento muchísima rabia en estos momentos, pero también hay miedo, terror por el monstruo frente a mi y preocupación por como reaccionará Cloe ante esto.

—Lamento haber llegado tarde. —Comienza a hablar Chase con nerviosismo mirando a Cloe con completa dulzura—. Yo eh, papá llegó esta mañana y dijo que quería ver a la hija de sus amigos después de mucho tiempo ¿A caso no es una locura que viviendo en la misma ciudad te pierdas de ver a conocidos por eternidades?

—Una total locura. —Murmura Daryl.

—Sobrino. —Extiende su mano el papá de Chase algo nervioso hacia Daryl, quien parece querer asesinarlo con la mirada.

—Demetrio. —Solo dice su nombre a secas y lo saluda con un incómodo apretón de manos.

Ni siquiera recordaba el nombre de ese maldito, pero por alguna razón el nombre de Damián viene a mi mente, los monstruos caminan entre nosotros en forma de personas destrozando almas y manipulando mentes.

Demetrio logra zafarse del agarre de Daryl pero disimula una sonrisa, él sabe que Daryl sabe, pues fueron él y Zero quienes le dieron su merecido en su momento, no puedo creerme el cinismo que ha tenido de venir aquí.

—Todos están tan grandes ahora, un placer volver a verte preciosa. —extiende la mano hacia Cloe.

Es justo en ese momento en el que Demetrio le da la mano esperando que ella la acepte cuando yo me acerco a ella para hacerle notar mi presencia, para que sepa que no esta sola y que no debe sentir miedo, sin embargo al tocarla solo compruebo que esta muriendo de terror por dentro pues su cuerpo entero tiembla y cuando siente mi mano ella se gira a mirarme alarmada.

—¡Lo siento! — Me disculpo con ella de inmediato.

—¿Cloe? —Chase se acerca más a ella—. ¿Estás bien?

Chase trata de sujetarla de la mano solo para asegurarse de que ella se encuentre bien o tal vez para intentar entender su reacción pero ella se horroriza ante este movimiento de su parte y se aleja.

—¡Cariño! —Una mujer de unos cuarenta años llega llamando la atención de Chase y es ahí cuando Cloe aprovecha para huir, yo voy tras ella y ya no me doy cuenta de lo que sucede atrás.

Intuyo que la mujer que llegó es la madre de Chase, de hecho tiene que ser ella porque afortunadamente para este es muy parecido a ella, mismo cabello y mismos ojos, mismas facciones, mientras que Demetrio es todo lo opuesto. Cloe corre apresurada abre una puerta tras otra y evita tanta gente como puede hasta que abre de golpe una enorme puerta de donde proviene la música, ahí esta concentrada la mayoría de la gente joven, hay elegantes mesas con asientos y una pista de cristal increíble en el centro donde todo el mundo baila, hay un pequeño bar al fondo y un dj animando la fiesta.

Nadie nota nuestra llegada pues están concentrados en divertirse, ella cierra la puerta detrás suyo y comienza  respirar con dificultad, comienza a ahogarse, quiero correr para traerle algo de agua pero me detiene y luego de ese pequeño ataque las lagrimas comienzan a dispararse de sus ojos sin control alguno.