Capítulo 33._ Al descubierto

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Mi intranquilo corazón no me deja dormir, doy vueltas y más vueltas, incluso Hunter se ha molestado conmigo y se ha bajado de la cama por moverme tanto, me observa desde el pequeño sillón al fondo de mi habitación con cara de pocos amigos.

Siento un terrible dolor en el pecho y en el estómago, ni hablar del nudo en la garganta que no me ha dejado respirar bien desde que me he enterado de todo lo que tanta intriga me había causado por tanto tiempo, tengo una maldita imaginación tan buena que las palabras de Zero se han vuelto terribles imágenes en mi cabeza, me duele de pensarlo, el pasado atroz de una mujer indefensa y un par de niños inocentes, más me llena de dolor el hecho de que esto sigue pasando cada día, todos los días. Tantas familias, tantas mujeres, una infinidad de niños viviendo el terror justo ahora mientras otros descansan plácidamente y otros más los pensamos sin poder hacer absolutamente nada.

No duermo, ni siquiera tengo una pizca de sueño y cuando menos siento la claridad de la mañana entra por mi ventana mientras mi cabeza continúa dándole vueltas y vueltas al asunto.

Ahora puedo entender muchísimas cosas, puedo entender porque tantas veces Zero cambió tan drásticamente de humor cada vez que no podía detener mi merolica boca, por ejemplo cuando fuimos al parque y toqué su muñeca rugosa su actitud cambió al instante conmigo  pues era la cicatriz que le habian causado cuando niño esa que esta cubierta por un tatuaje de una banda negra, puedo entender porque sus manías con la ropa al comer y porque la ropa oscura todo el tiempo, llegué a pensar que era una onda rara del típico badboy de universidad pero la profundidad de lo que que hay detrás rompió mi tonto pensamiento. Puedo al fin entender sus miedos, el porque no puede permanecer junto a una persona en un cuarto a solas, estuvo al lado del cadáver de su madre por cuatro días eso lo ha dejado muy marcado.

Me siento ansiosa, siento que necesito platicar de todo lo que pasó con alguien más que no sea Zero porque no quiero que reviva todo lo que me ha contado así que solo puedo pensar en una persona.

Yo - Milo: *Hola Milo ¿Sabes? Han pasado bastantes cosas y me gustaría poder platicar contigo ¿Podemos hablar?*

Envío el mensaje y espero una contestación bastante nerviosa, no hemos platicado desde la fiesta de Stayce y sé que solo él puede entenderme ahora, además de que seguro tendrá respuestas a algunas cosas que deseo saber por su propia boca. Espero por una respuesta todo el día pero esta no llega.

Mi mamá dio por hecho que algo me pasaba,  sin embargo solo me pregunto una vez si me encontraba bien, le dije que tenía varias cosas rondándome la cabeza pero que no podía contárselas pues no se trataba de mi y no me correspondía hablar, luego de eso no insistió, ella es así sabe que puede confiar en mi y que cualquier cosa importante que deba saber yo se lo contaré sin que si quiera me pregunte.

El resto del día me dedico a hacer tarea, milagrosamente si puedo terminarla antes de que sea hora de irme a la residencia nuevamente. Este fin de semana ha sido muy corto, llegué viernes en la noche con Ilie a casa, ayer sábado fuimos a ver la obra de teatro, Ilie es profesor y debía estar presente y yo fui invitada, luego de todo lo sucedido él me trajo de nuevo a casa en la madrugada y agradecí enormemente su silencio, no tenía cara para enfrentarlo después de lo que paso. Ilie solo me dijo que descansara y no pregunto ni comentó absolutamente nada.

—¡Flesh! —Me grita mamá desde abajo—. Ilie ya esta aquí.

Bajo las escaleras a toda velocidad, pensar en como le alcé la voz el dia anterior me hace sentir extraña.

—¿Lista? —pregunta él sonriente como siempre, eso me hace sentir doblemente peor.

—Si —Mascullo algo nerviosa.

Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora