Capítulo 41._ Cielo estrellado.

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Un cielo estrellado, en esta fría noche es lo único en lo que trato de concentrarme para no estallar, para no gritar. Frente a mi o mejor dicho arriba mío esta un glorioso cielo lleno de miles de brillantes estrellas. Si, es una fría noche y aunque tenga mi cuerpo empapado no puedo sentir ese frio que se supone debería sentir.

Cierro los ojos porque mi cuerpo comienza  convulsionarse, estalla en una serie de escalofríos y temblores, siento como se me duermen los pies del intenso placer que me abraza, me tiemblan las piernas, y los cientos de miles de nervios que componen mi cuerpo se esparcen por este concentrándose en mi abdomen y en mi zona mas intima.

Arqueo la espalda cuando llega el orgasmo número... No, ya no sé ni qué número es este. Mi respiración esta completamente agitada ahora y las manos que me sujetan las nalgas me aprietan con fuerza evitando que me escape de su agarre hasta que el clímax al que he llegado es notorio, ahí comienzan a soltarme de a poco y los besos y esos movimientos de lengua que me enloquecen comienzan a cesar, ahora solo siento una respiración tan agitada como la mía en mi vagina.

—"Me encanta" —Susurra Zero y da una última lamida que me hace brincar por el escalofrío que causa, provocando una risita en él.

Abro los ojos lentamente y el cielo estrellado sigue ahí tan magnifico como el sexo oral que Zero me ha regalado justo después de haber tenido el mejor sexo de mi vida dentro de la piscina de su terraza. Esta ha sido la mejor experiencia, me convenció a bañarme desnuda con él y lo que pasó después solo era muy obvio que pasaría, lo que si me tomó por sorpresa fue que justo después de terminar, me sentara en la orilla de la piscina y me regalara tremenda experiencia.

"Sexo oral bajo un cielo estrellado" eso fue lo que susurró en mi oído antes de dirigirse a mi entrepierna.

Estaba indecisa en quedarme este fin de semana pero mis abuelos sefueron hace dos días y ya he viajado mucho así que eventualmente terminé quedándome, ahira agradezco haberlo hecho.

Los papás de sero salieron y no regresaran si no hasta mañana, por eso es que acepté venir, además Daryl tampoco esta en casa y Zero creyó que seria buena idea comenzar con lo que se me ocurrió pedirle hace unos días mientras estábamos en clase de francés, solo lo dije así porque si al ver un libro de bocetos que leía sin prestarle atención a la clase. A decir verdad no le pedí nada.

"—Puedo pintar lo que sea. —Alardeo cuando le pregunté si había algo que no podía pintar.

—Me refiero a algo que se te complique mas que el resto. —Dije después de rodar los ojos por su petulancia.

—Nada, bueno en un principio los rostros, siempre agregaba rasgos de otra persona a los rostros que solía pintar. —Se encogió de hombros—. Pero al final lo superé y ahora todo lo que pinto es jodidamente precioso.

—Te reto a pintar esto a ver si sale precioso. —Señalo mi rostro a modo de burla.

—¿Te piensas que no es "precioso"? —Preguntó serio y no supe que contestar ¿Se había molestado?—. Lo haré y cuando te veas mas te vale cambiar ese jodido concepto que tienes."

Solo había sido un tonto comentario pero eso nos trajo hasta este momento.

—Estas muy fría. —Dice Zero apartándome de mi recuerdo.

Aún estoy tendida en la orilla de la piscina con su rostro en medio de mis piernas, él no siente frio como yo justo ahora porque la mitad de su cuerpo esta dentro del agua tibia.  No es si no hasta este momento en que reacciono y me cohíbo ¡Cielos! Dije que a no lo haría pero no puedo evitarlo.

Trato de levantarme para alejarme y cubrirme de algún modo pero él se impulsa hacia a mi saliendo de la piscina de un tirón para detenerme.

—Espera aquí voy por toallas. —Ordena y se levanta, pero cuando lo hace ¡Oh dios mío!

Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora