Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)

Capítulo 21._ Reglas

Zero Reedus Duane el perfecto chico de ojos grises, el antipático que me ha causado tantos problemas, Zero el mismo chico que me provoca sensaciones desconocidas y quien con su sola presencia trae consigo una oleada de sentimientos encontrados y desconocidos que me hacen perder la cabeza. Zero Reedus Duane el chico que justo ahora tengo frente a mi.

Su respiración esta precipitada, justo como la mía, todo a causa de un beso nuestros pechos suben y bajan con fuerza y rapidez, siento el cuerpo caliente y mi rostro arde más que el resto, Zero sigue sujetándome de mi cintura con la mano izquierda y con la derecha sostiene mi nuca. El calor que ha dejado sus labios sobre mi no me deja pensar bien, lo único que sé es que necesito más de eso.

-Debes irte. -Susurro.

-¿En serio quieres que me vaya? -Susurra él también sobre mis labios, mis manos están sobre su pecho empujando ligeramente, sin fuerza alguna. -Dime que no me deseas y te dejo en paz -Él prensa mi labio inferior dando un pequeño mordisco y luego lo succióna

La poca resistencia que pensaba poner se va al instante cuando su lengua entre en mi boca, necesitaba esto, mi cuerpo lo pedía.

-Zero. -Trato nuevamente de alejarlo pero esta vez con menos fuerza que antes-. No debo, no debemos.

-Necesito esto. -Susurra-. También lo quieres.

-No me quiero arrepentir. -Jadeo.

-No lo hagas. -sus manos viajan a mi trasero y da un pequeño apretón-. Quiero probarte, sin trucos, sin mentiras, sin juegos estúpidos. -La maldita mente se me nubla con cada palabra suya, me besa en cada pausa que hace-. Quiero follarte.

Me besa nuevamente pero con más fuerza, con más fiereza, acerca mi cuerpo al suyo y siento el bulto entre sus pantalones tocar mi abdomen.

-¿Lo sientes? -Mueve sus caderas ligeramente hacia a mi-. Es lo que provocas.

En un movimiento rápido me toma de las piernas y me levanta obligándome a enrollar sus caderas con estas, el cosquilleo en mi entrepierna es escandaloso, no puedo negar que había deseado tanto este acercamiento. Él cierra la puerta de un golpe y luego me guía a la cama y me deja caer sobre esta, lo veo quitarse con desesperación la chamarra quedando solo en sudadera, luego se inclina sobre mi recorriendo mis piernas con sus manos dejando una sensación agradable y extraña por donde estas pasan, sus manos son frías y justo hoy agradezco usar esta pijama de vestido pues sus manos se cuelan con dacilidad debajo de este y solo doy un respingo cuando toca la piel desnuda de mi cintura.

Me besa y toca con urgencia, se deshace de mi pijama tan fácil y rápido que no me doy tiempo de sentir pudor, mis manos viajan a la orilla de su sudadera y me deshago de ella con su ayuda, la pequeña luz de mi lámpara me deja ver un nuevo tatuaje en su cuerpo, en su costilla izquierda pero no puedo juzgar a detalle porque el regresa a mi repartiendo besos por mi rostro, mis labios y baja con urgencia hacia mi cuello, ya no puedo parar porque sé lo que quiero y en efecto, lo quiero a él en mi, quizá necesite solo de sexo para darme cuenta de que mis sentimientos ya no son lo mismo, que solo es una clase de espejismo. Porque si te enamoras en unos meses también puedes dejarlo de lado en unos cuantos ¿O no?

Las manos de Zero parecen expertas, cuantos cuerpos habrá tenido que explorar para tocar de ese modo. Sus labios recorren mi clavícula y apenas me doy cuenta del momento en el que me quita el sostén y su boca se apodera de ellos, los toma entre sus manos y masajea lento, uno de mis pezones lo roza con sus pulgares cuando su boca esta ocupada con el otro.

-¿Te gusta? -Habla con mi pezón entre su boca y ese hecho provoca un escalofrío que me recorre completa.

Gimo y solo disfruto de su lengua, él vuelve a besarme y pasa su mano por sobre mi pantiy, estoy tan mojada que me avergüenzo , rosa con sus dedos mi zona intima y no puedo cerrar las piernas porque él esta en medio de ellas, mueve sus caderas hacia a mi para hacerme sentir su bulto una vez mas.