Mi amado perrito lobo, ahora mismo traigo a ti una carta muy especial, muy importante para mi, ya que este es un mensaje que en verdad necesito que llego a ti, por que en el sabrás algo muy importante que me guardado duarnete mucho tiempo y tu tienes que saberlo a como de lugar.
Pues en esta carta sabrás todo acerca de mis sentimientos por ti.
Ya no puedo guardarmelo más, Balto, yo te amo, de verdad lo hago, siempre lo he echo, desde el día en que te conocí, tu solo llegaste y moviste algo en mi, que no logro comprender que fue, pero lo hiciste y desde ese momento, tu me enamoraba con tan solo un gesto y pestañeo, un simple gesto amable y caballeroso de tu parte bastaba para que mi corazón empezará a latir tan rápido como podía.
Siento que para que en verdad comprendas mis palabras, tendría que ir yo misma y hacértelo saber, decirte esto de frente y solo así tu podrías en verdad darte cuenta de ello, como deseo que sea así.
Te lo ha dedicado : Vixie Talin.
....
Ahora era ya momento de bajar del avión, pues este ya había llegado a su destino, todos los pasajeros sentían diversas emociones diferente al mismo tiempo, algunos estaban emocionados, otros estaban apurados, pero una leona en particular se sentía realmente nerviosa por lo que estaba a punto de hacer, sin embargo ella sabía que ya había dado el paso y no podía echarse para atrás en este punto. Ya estaba echo, así que eligió mantenerse firme y continuar con lo que ella misma había empezado, si de verdad lo amaba tendría que pasar esta nueva prueba.
Ahy etsba Nala, en el aeropuerto, rodeada de montones de personas y animales caminando de un lado para otro, todos por lo visto, más familiarizados que ella con la civilizacion, las urbanizaciones y las nuevas tecnologías, por lo que todo eso, solo sirvió para asustar un poco más a Nala, pero ella no era una cobarde, era valiente, si este en verdad iva a pretender ser un gran reto, pues lo aceptaría y su recompensa sería llegar donde el hombre de sus sueños, y de paso ella aprendería esta nueva forma de vida y la domaria, no se rendiría ante todo el mundo.
Realmente esto no sería tan complicado para ello, ella sabía perfectamente lo que debía ser, después de todo, tampoco era una cavarnicola que ha sido teletransportada a futuro, ella si había tenido la oportunidad de aprender de la gente de las afueras de las tierras de África, además que cuando se quiso hacer que que tanto tribus como turistas convivieran, se impartieron clases de todo tipo para las tribus tande ella como de otras leonas que habían aceptado la solicitud de esos inversionistas y así fue, Nala fue una de las leonas que más aprendió con respecto al conocimiento que habían inventado todas las personas de afuera, y por si eso no fuera suficiente, aprendió todavía más cosas cuando al fin fue momento de convivir con los turistas, quienes la encontraron tan amable y educada, que junto a todas las leonas de su antigua tribu, escuchaban fascinadas todo lo que había en el demás resto del mundo, llegando incluso algunas al punto de desear ir ellas mismas para poder conocer todo eso.
Nala nunca había aprobado esas ideas, por que antes había tenido el ideal de pedir a todas las que se mantuvieran fieles a sus antiguas culturas, pero ahora ella se miraba así misma y se daba cuenta de lo que ella misma había visto con desaprobación, ahora fue ella quien iva hacia todo eso, recordaba que cuando había tomado esa decisión, temía demasiado por que las demás la vieran como una hipócrita, pero para su sorpresa la entendieron, ninguna de ellas le negó el echo de que como ciudadana del mundo ella también tenía derecho de buscar la felicidad, aunque ya no estuviera con ellas en su tierra natal. Sinceramente ella había esperado que su desicion provocará más revuelo al estar ella al mando de la tribu, pues estaría dando un muy mal ejemplo a todas las demás integrantes de su tribu al querer irse de su tierra, pero ellas no lo vieran así, sobre todo una conocida suya, que justamente hizo lo mismo.
ESTÁS LEYENDO
Balto Encuentra Un Harem.
FanfictionEn este mundo y en esta vida no sabes nunca y mucho menos con seguridad que cosas, experiencias, sucesos o allazgos que vendrán a uno, y a Balto por supuesto que eso le quedó muy claro, puesto que el jamás en la suya se esparia que sin poderlo haber...