Una vez que la conmoción ya había pasado, al menos en el restaurante, dado que Georgette no se encontraba más en el sitio, las cosas en el mismo al fin se calmaron y todos los que estaban ahí, continuaban con su día, incluyendo a la alaska malamute Jade, a las hermanas lobas Kate y Lilly, a la zorrita Vixie, a la husky Dusty, y a la mestiza mitad perro y mitad lobo Aleu, quienes pidieron su comida, almorzaron, y sin nada más que hacer en el local, salieron del mismo para continuar con su respectiva misión.
Eso sí, ninguna de ellas, tenía la más mínima idea, de que todas tenían los mismos motivos, o las mismas intenciones, no sabian que todas por igual, les gustaba la misma persona y la estarían buscando al mismo tiempo.
En el camino se habian conocido un poco entre todas, pero no tenian ninguna intención de volverse amigas, sólo se comportaron educadas entre si.
Al ya no tener nada más que hacer entre si, todas se dispersaron cada una por su lado, pero sin tener en cuenta que todas querían llegar al mismo lugar.
•••
Sin embargo, alguien más por su parte, ya había llegado al lugar que queria: la casa de Balto.
No se veia nada mal, era bastante grande, y estaba en buen estado, ya no se veía nada humilde, ni mucho menos, pero tampoco parecía de millonarios.
Para Georgette era justo lo que esperaba, igual de modesta que su amado Balto, la examinó por un rato, mirándola de pies a cabeza, nerviosa cada vez más a cada momento que permanecía cerca de esa casa.
No sabía como es que Balto reaccionaria al verla allí, el ya se había separado de ella desde hace un buen tiempo, y si bien Georgette sabía que a Balto no le molestaría en lo absoluto verla allí, si que le sorprendería encontrarla a ella, al pie de su puerta.
Pero Georgette no se iba a acobardar en este punto, de verdad lo amaba, y no se avergonzaba en lo absoluto de ello, el le había robado el corazón, era el hombre de sus sueños, el chico con quien el queria estar toda su vida, pero no sabía si Balto la veria de la misma forma, y eso era lo que más la preocupaba.
Armandose con todo el valor que pudo, Georgette lentamente se acerco a la puerta de la casa, y titubeante un poco, tocó primero el timbre un par de veces, y luego la puerta, temerosa de ver quien le habriria la puerta, aunque ella estaba segura de que lo haría Balto.
Pero no fue así, quien le terminó abriendo la puerta, fue alguien completamente desconocido para ella, se trataba de un pequeño oso polar blanco, que se le quedo viendo por un buen rato en un estado completamente paralizado, el momento se había vuelto incómodo, ambos se miraban sin saber que decir.
Muk por su parte, se había quedado en estado de Shock, luego de ver a quien le había abierto la puerta, y la pudo reconocer, la habia visto antes en revistas, aunque más principalmente en fotos y postales que Balto había enviado a su familia durante el tiempo que el estuvo fuera de Nome.
No podía creer que fuera ella en persona la que estuviera ahí. Pero su asombro se desvaneció rápido y el pudo salir de su trance luego de que Georgette le tuviera que gritar para hacerlo reaccionar.
Georgette: ¡Disculpe Jovencito!
Alzó la voz Georgette casi sin darse cuenta.Muk: Oh ¡disculpeme!, ¿puedo ayudarla en algo?
Pregunto Muk un poco espantado aún por el grito.Georgette: Si jovencito, perdóneme por haberle gritado, pero es que me encuentro buscando a alguien, ¿aquí esta viviendo el Sr Togo Balto?
Muk: Si aquí vive, ¿Que necesita de él?
Georgette: Tengo algo importante quen resolver con el, me gustaría hablar con el en privado por algo muy importante.
Muk: Oh, le ruego que me perdone, pero en este momento Balto no se encuentra en casa.
ESTÁS LEYENDO
Balto Encuentra Un Harem.
FanficEn este mundo y en esta vida no sabes nunca y mucho menos con seguridad que cosas, experiencias, sucesos o allazgos que vendrán a uno, y a Balto por supuesto que eso le quedó muy claro, puesto que el jamás en la suya se esparia que sin poderlo haber...