La comida estaba buena. Mikasa se sintió mal en ese momento por rechazar el almuerzo que Nicolo había hecho para ellos ayer, pero probar comida caliente con un sazón diferente al propio y el de la señora Luder se sentía bien.
Ina, la prima de Jean y la única persona de su edad habitando el refugio, había preparado el plato principal que consistía en una torta de huevos y papas. Ahora arrullaba a su bebé de poco más de un año de edad.
Connie y su madre se miraban el uno al otro como si no hubiera un mañana y ella se preguntó cómo sería tener a tu madre de vuelta. Cierto que Mikasa no vivió en la incertidumbre que su amigo, sabiendo que su madre estaba viva y lo estaría por quién sabe cuánto sin que hubiera forma de curarla. En cierto modo agradecía eso, pero por otro lado lo envidiaba, ¿qué no daría ella por tener de vuelta tan solo a un miembro de su familia?
—De verdad no pensé que fueras a traer esto, ¡no puede ser! —decía la madre de Jean a todo volumen mientras el hijo se daba palmadas en la frente con la mano que tenía recargada en la mesa. Luego, la mujer dirigió su mirada a Pieck y Mikasa—. Pensé que era una novia o una esposa lo que traías, de hecho esas dos se parecen a la niñita que te gustaba cuando eras niño, ¿no es así, Egon?
El señor Kirschtein, con Irina en brazos, asintió murmurando:
—Son del tipo, definitivamente.
—Mamá... —gimió Jean por lo bajo, ruborizándose.
—Sí, sí, ya recuerdo, de hecho ese muchacho con el que viniste a visitarme aquella vez, antes de tu graduación comentó que te gustaba otra cadete, ¿cuál era su nombre, Eg?
—¿Marco?
—No, no, el de la muchachita, a lo mejor y lo dijo antes de que llegaras, pero tenía un nombre muy raro y dijo que era más fuerte que nadie-
—¡Mamá, por favor! —gritó ahora el hombre.
Ahora fue Mikasa quien bajó la mirada y se ruborizó. Claro que sabía que Jean gustaba de ella cuando eran cadetes, era difícil no darse cuenta, pero en ese momento le dio vergüenza recordar la forma en la que se comportaban en ese entonces. Se llevó la mano a la bufanda, recordando que tenía que agradecer por la compostura y recuperar sus hilos.
—Bueno, Jeanboy, no hay por qué alterarse —rió la señora poniéndose una mano sobre la boca—, a lo que voy es que no era de sorprender que dejaras embarazada a una muchacha. Siempre fuiste un niño problema.
—Así es —mostró su aprobación el señor.
—Pero esperábamos que por lo menos trajeras a la muchacha, no que quedaras tú solo con la responsabilidad.
—Pensábamos ayudarla si la abandonabas —añadió de nuevo Egon Kirschtein.
Jean enterró la cabeza en las manos mientras Connie, Reiner y Pieck rieron ante la charla.
—Nunca había visto expectativas tan bajas por parte de los padres de alguien —susurró Pieck en dirección a Mikasa.
—Y aún así parece que logró decepcionarlos —fue la respuesta que dio la muchacha, a lo que escuchó como del otro lado Annie intentó contener la risa.
—¿Vas a casarte pronto? Con la mamá de la niña, quiero decir —preguntó la señora Springer.
Connie tomó la palabra antes de que Jean pudiera decir nada:
—Mami, es más probable que yo acepte casarme con él que cualquier mujer.
—Lo dirás de broma, Connie, pero es lo que la reina permitió hace poco: ahora los hombres se pueden casar entre ellos y lo mismo las mujeres —se quejó la mamá de Jean.
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La paz en Eldia (Fanfic de Attack On Titan)
FanfictionLos embajadores por la paz de las naciones aliadas llegan a la isla de Paradis para ejecutar el plan diseñado por la reina Historia y los embajadores Arlert y Azumabito con el fin de evitar los conflictos entre los eldianos y el resto del mundo. Por...