Era un día soleado. Helaba y el viento se metía entre la ropa si uno no tenía el cuidado suficiente para sujetarla, pero había sol. El clima era suficientemente bueno para sentarse en el jardín de la casa de gobierno de Stohess. Armin estaba recargado en el tronco del árbol central, leyendo el periódico con Irina en el regazo. No había esperado tenerla de compañera hasta esa hora, pero no podía decir que le molestara cuidar de la pequeña. Era buena confidente y sus hábitos desagradables eran llevaderos gracias a qué convenció a Pieck para relevarlo en la mitad de los cambios de pañal. Probablemente tendría que arreglar el lavar los pañales y baberos, ahora que Jean estaba en cama, pero seguro Connie, Reiner o Mikasa podrían encargarse después de convencerlos. Por lo pronto era agradable tenerla ahí, con sus balbuceos y el calor que le proporcionaba para contrarrestar el viento helado. No era un reemplazo para Annie, pero lo hacía sentirse menos solo en su lectura a la intemperie, a la que la rubia rechazó la invitación para acompañarlo.
Se sentía extraño pensar en situaciones tan cotidianas como repartirse con sus amigos los cuidados de un bebé o preocuparse por leer acompañado cuando justo estaba leyendo la noticia del jefe del ejército, que amaneció atado a un árbol fuera del cuartel de la ciudad. Pero supuso que era bueno, Annie siempre estaba recordándole que además de trabajar debía vivir, y abrazar a un bebé mientras se toma el sol recostado en un jardín definitivamente es vivir. Ojalá Annie estuviera ahí con él.
Que hubieran tardado en llevarse a Wallace Pratchett lo suficiente como para que la prensa lo notara significaba que el escándalo que armaron Mikasa y Jean anoche no fue completamente en vano. De verdad tenía que hablar con Historia y Lady Kiyomi al respecto en un rato, su equipo no podía seguir saliendo herido así. La ciudad estaba ya en un caos que si bien era planeado, no incluía que le dispararan a sus amigos.
Qué bueno que Jean estaba relativamente bien, y parecía que iba a sanar rápido, pero ¿y si no hubiera sido así? ¿Y si hubiera sido Mikasa? En adelante se abstendría de hacerlos participar en cosas tan peligrosas, si alguien se había ganado vivir una vida libre de peligro eran todos ellos.
Había pensado en ponerse de pie cuando vio a Mikasa acercarse, viniendo desde la habitación de Jean.
—¿Cómo está? —preguntó él cuando la chica se dejó caer a su lado.
—Descansando, no durmió en toda la noche.
—¿Y tú?
—Dormí más que él, prefiero descansar ya que oscurezca.
La respuesta no le pareció a Armin una decisión inteligente, especialmente viniendo de esta mujer que se notaba que se caía de cansancio. De todas formas no le dijo nada, sabía que era un viejo hábito y que ella prefería sufrir un día con tal de no alterar sus hábitos de sueño.
La pequeña Irina comenzó a balbucear con dirección a la recién llegada, extendiendo los brazos. Mikasa la tomó del regazo de Armin y la apretó contra su pecho.
—¿Tú descansaste? ¿No te dio mucha lata?
—He dormido peor en otras ocasiones —admitió Armin—. Pieck, Connie y Reiner me ayudaron un rato. La verdad estuvo de malas toda la noche, pero se relajó cuando llegaron ustedes y estuvo con Jean un rato. A partir de entonces ha sido un ángel.
—Quizá debí insistir en ir con Connie, así por lo menos tú estarías descansado...
—No, estoy perfectamente, sí descansé, solo que yo no puedo quedarme dormido como Jean con ella encima porque me da terror aplastarla. Pero estoy bien.
Mikasa simplemente asintió y se quedó callada. Tocó su bufanda, como siempre lo hacía cuando movía sus manos hacia su rostro, y se la alejó de la cara suavemente antes de acomodarse el cabello detrás de la oreja. Armin dudaba que esa tela vieja tuviera siquiera rastro del olor de Eren, después de más de diez años de no pertenecerle, pero Mikasa siempre se la había acercado al rostro cuando estaba ansiosa, probablemente para sentir su textura. Lo único que podía tener diferente era el olor, después de que Hiromu la usara varias horas el día de ayer. Y el gesto de rechazo de la chica no podía ser bueno.
ESTÁS LEYENDO
La paz en Eldia (Fanfic de Attack On Titan)
Hayran KurguLos embajadores por la paz de las naciones aliadas llegan a la isla de Paradis para ejecutar el plan diseñado por la reina Historia y los embajadores Arlert y Azumabito con el fin de evitar los conflictos entre los eldianos y el resto del mundo. Por...