Capítulo 2: Cameron

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Cameron


Mi teléfono suena sin cesar lo cual hace que termine por despertarme, trato de palpar el lugar en el que creo que lo deje pero no logro encontrarlo, eso es lo que tiene de malo dormir en un cuarto que no es el tuyo, nunca encuentras las cosas y menos aún si estás medio dormido como lo estoy yo. Me siento y escucho el quejido de la persona que está a mi lado en la cama, sin darle mayor importancia tomo el celular y contesto sin ni siquiera ver quién es.

-Cam hombre ¿Dónde estás? ¿Se te averió el despertador?- se ríe entre dientes- es el primer día y ya vas llegando atrasado por si acaso y no te has dado cuenta, pero no te preocupes que tú tienes tu despertador personal, o sea yo- ese humor tan típico de Nick

-Voy saliendo- miento- en unos minutos estoy ahí- me paro sin modestia alguna sin preocuparme del ruido que estoy haciendo.

-Claro y a mí no me fueron infiel-esa broma es cruel incluso para él y su humor negro- estoy seguro que te despertó mi llamada así que no mientas

-Nick si sabes que no eres chistoso y eso fue bastante cruel- trato de afirmar el celular mientras busco mi ropa.

-Lo que tú digas, más te vale apresurarte y llegar a la hora, nos vemos- corta la llamada.

-¿Quién era?- susurra la chica desde la cama

-Un amigo, ya me voy- anuncio

-Ahí nos vemos luego- habla media dormida

-Si seguro- digo

Tengo mucho más sueño que otros días porque no dormí prácticamente nada anoche, estuve la mitad del tiempo ocupado aquí en la cama y después cuando nos dispusimos a dormir el insomnio se apoderó de mi haciéndome pensar cosas que no debía. Pero como eso no le importa a nadie más que a mí, debo levantarme igual.

Efectivamente como dijo mi amigo Nick, voy atrasado al primer día de clases, por lo cual me doy una ducha de apenas dos minutos y como no estoy en mi casa no tengo más ropa aquí, así que me visto con lo mismo que andaba trayendo puesto ayer, una sudadera y un simple pantalón negro.

Salgo disparado corriendo al elevador en busca de mi auto para conducir en dirección a la universidad.

Soy un feliz estudiante-nótese el sarcasmo- de literatura, la verdad es que desde pequeño me gustaban los libros sin embargo nunca pensé en estudiar algo relacionado con ello y fue en el último minuto cuando me decidí y entre a esta carrera, a medida que pasaba el tiempo me di cuenta que era algo que se me daba bien, cada día que pasaba me apasionaba más, aunque no niego que a veces me cansaba o aburría pero no porque la carrera fuera poco interesante, sino porque a mí no me gustaba demasiado estudiar. ¿A quién si?

Agradezco que el departamento en el que pase la noche no quedara lejos de mi universidad, por lo que no me demoro más que unos cuantos minutos en el trayecto.

Cuando llego busco rápidamente a Nick. Mi amistad con el nació de una forma bastante lamentable, recuerdo que cuando llegué a vivir a este lugar no conocía a nadie, todos los amigos que un día tuve se quedaron atrás y por mi ningún problema, de hecho fue mejor dejar a esas personas en el pasado, olvidadas. De igual forma no me sentía capacitado para comenzar a entablar relaciones de ningún tipo con nadie, más que todo porque no estaba estable y disfrutaba de estar solo, sin embargo un día por la noche mis pensamientos tomaron un rumbo equivocado, comencé a pensar en algunas cosas que sucedieron cuando era pequeño y como ese tema era un dolor de cabeza decidí salir a un bar que se encontraba a la vuelta de mi apartamento para distraerme, cuando llegue me senté en la barra solo a tomarme un vaso de gaseosa, hasta que un chico que en ese entonces no conocía comenzó a gritarle a otra persona llamando la atención de todos los presentes, se notaba que el chico que gritaba estaba borracho así que me acerque a él sin saber nada, me arriesgue y lo ayude a calmarse, al parecer estaba enfurecido porque había pillado a su novia de hace 5 años siéndole infiel, conversamos un rato y después de un tiempo él se fue y obviamente yo también a mi casa, no pensé que lo volvería a ver nunca más pero si, cuando llegue al primer día de universidad fui al salón en el que eran las presentaciones de mi carrera y me topé con el mismo chico del bar, y ese es Nick, habíamos entrado a estudiar lo mismo. Desde ahí me contó de forma más extensa lo que había ocurrido con su novia y sin darnos cuenta comenzamos a acompañarnos a las clases, hacíamos los trabajos juntos y de forma espontánea nació una amistad que hasta el día de hoy perdura, nos volvimos inseparables. Fue una amistad fácil y un tanto rara pero con el tiempo he aprendido que es de esas personas en las que puedo confiar para lo que sea, sé que siempre me estará apoyando.

Enséñame a soltarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora