Enséñame a soltarte

Capítulo 41: Camila

Camila

Despierto sobresaltada ante un sueño que estaba teniendo, mi respiración es errática mientras trato de sentarme en la cama, me fijo en que Cam no está a mi lado así que asumo que aún no llega. Cierro los ojos y me concentro en mi respiración, mis manos van directamente a la zona en que se encuentra mi corazón como si con la presión pudiera pararlo, el pulso me late detrás de las orejas y la desesperación comienza a llegar a mí.

Algunas de las palabras de mi hermana se repiten y pasan por mi cabeza como una película en cámara rápida, hasta llegar al fatídico desenlace, la sonrisa que me daba hasta cuando estaba encima de un charco de su propia sangre.

-¿Por qué te fuiste?- grito con la voz rota como si mi pecho se estuviera abriendo en múltiples partes- ¿Por qué te fuiste esos últimos meses siendo que eran los últimos de tú vida?- miro al techo como si las respuestas fueran a caer de el- ¿Por qué Miranda?- balbuceo y caigo al suelo de rodillas mientras golpeo con los puños el piso- Necesito respuestas- grito fuera de mi como si alguien pudiera contestarme las preguntas, me paro como puedo y llego hasta el espejo donde hago el mismo ejercicio de siempre, me observo destruida por las lágrimas sumado al desastre que hay en mi cara y me pregunto ¿Quién soy? ¿Quién mierda es esa persona que me devuelve la mirada? No me reconozco y son estos momentos los que me hacen retroceder el camino que he estado tratando de construir, es este peldaño el que parece que no puedo alcanzar.

Sorbeteo por la nariz y paso mis manos con rabia por mi cara tratando de parar las lágrimas que pareciesen correr sin parar por mis mejillas, estoy hipando producto de las lágrimas y me cuesta respirar debido al nudo que tengo en la garganta, abro desesperada los cajones en busca de algo que me ayude a aliviar el dolor de alguna forma, en este preciso momento no me importa cómo, encuentro unas pastillas que pareciesen ser para dormir, abro el frasco y hecho un montón en mi mano.

Trato de alguna manera dejar mi mente en frio y pensar en algunas cosas. La muerte de mi hermana, mi padre que me odia y pareciese disfrutar cuando me golpea, mi madre que no parece importarle nada porque ni siquiera se tomó la molestia de llamarme para saber que sucedió, la culpa, la persona con los menajes, lo mucho que sufro, las pesadillas que no me dejan en paz. Mi mente me dice que lo haga, que ya nada vale la pena, me dice que esto siempre será así, mi cabeza me da el impulso que necesito pero siento que no soy capaz de hacerlo.

¿Cómo se sentirían mis amigos? ¿Cam? No les puedo hacer esto a pesar de que a veces sé que debemos ser egoístas pero quizás esta no es la solución, o si... ellos no se lo merecen pero yo tampoco merezco vivir así, acerco las pastillas a mi boca. ¿Vale la pena vivir? ¿Qué se hace cuando ya no tienes por qué luchar? ¿Cuál es el sentido de toda esta mierda? Me doy pena y quizás eso es lo más triste de todo esto, estar insatisfecha con quien soy.

¿Cómo Cam me puede amar así? La idea de no ser suficiente para el vuelve a mi cabeza, no soy suficiente para mí misma ¿Cómo lo seré para alguien más?

Además tengo que hablar con él porque quiero decirle toda la verdad, necesito hacerlo porque él no se merece lo que le estoy haciendo, se lo que se siente estar destruida y a pesar de eso estoy cometiendo el mismo error, pero ya he tomado una decisión y haré lo que en este momento considero mejor.

Las pastillas siguen en mi mano y la duda es palpable, la puerta de entrada siendo abierta me desconcierta y mis manos tiemblan, es como si estuviese despertando de una pesadilla y me doy cuenta de lo que estaba a punto de hacer, las pastillas caen al suelo y vuelvo a respirar, suelto el aire que estaba conteniendo sin darme cuenta. Mojo mi rostro para salir del trance en el que estaba entrando