Capítulo 36: Cameron

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Cameron

Con cada minuto que pasa me convenzo un poco más de que sería una buena idea quedarme en la cama a ver algún programa de televisión con Cam acostada encima de mí, su aroma envolviéndome, yo besando sus apetecibles labios y...

-En un rato nos vamos para que comiences a alistarte- me tira un cojín en la cara que hace que pierda el hilo de mis pensamientos- oye Cam olvidé decirte que invité a alguien más a la fiesta- pone expresión culpable como si la hubiera cagado

-¿A quién?

-A Logan, hablamos hace un rato y le dije, se notaba que le hacía especial ilusión así que le propuse que viniera

-Mientras más seamos, mejor- la tranquilizo- ¿Y cómo llegará?

-Le compartiré la ubicación cuando lleguemos allá, él dijo que podía ir un poco más tarde, creo que tenía algunas cosas que hacer.

-Está bien, oye bonita estaba pensando en algo ¿Te das cuenta que no nos probamos los disfraces?- pregunto porque recién me percato de ello

-Al menos yo siempre los compro sin probármelos- se encoge de hombros

-¿Y si nos quedan grandes? ¿O no nos caben? ¿Y si nos quedan cortos?- Ya me veía tratando de meterme a la fuerza el pantalón.

-Que queden cortos no sería un problema, al menos para mí- se encoge de hombros mientras busca unas medias en el closet

-Que te quede corto a ti es un problema para mí- y vaya que problema

-¿Por...?

-Porque estaré distraído mirándote toda la noche- sonrío solo con la idea de imaginármela con el traje puesto

-¿Y eso es un problema?

-Depende como lo mires

-¿Eh?

-¿Estarás dispuesta a trabajar en el problema después?- el comentario tiene un doble sentido del que ella se percata de inmediato

-Tu puedes trabajar solo en el problema, ya lo has hecho otras veces- me guiña un ojo, mi mente trae los recuerdos de intimidad que hemos compartido y siento como si el calor corporal de mi cuerpo estuviera subiendo- me iré a cambiar pervertido, deja de imaginarte cosas 

-No me estoy imaginando nada- le sonrío

-Te conozco- entrecierra los ojos como si al hacerlo pudiera ver más allá

-Pues esta vez te equivocas porque no estoy imaginándome nada, estoy recordando algunas cosas- la corrijo y ella se cohíbe un poco

-Sin comentarios, sucio- me saca la lengua de forma infantil y yo me río de ella 

-A ti te gusta sucio- ella da un pequeño grito mientras a mi me comienza a doler el estomago y las mejillas de tanto reírme- ¿Tienes calor?

-¿Calor? ¿Qué tipo de calo...- se tapa la boca con las manos 

-¿Ves que tu...- no puedo hablar correctamente porque no soy capaz de controlar las carcajadas- tu eres la sucia- la apunto con el dedo- yo te lo preguntaba porque tus mejillas están rojas 

-¡Eso es por las cosas que dices!

-Como digas tesoro

-Mejor me iré a cambiar- toma todo lo que necesita y se aleja rápidamente como si le urgiera irse de la habitación, no puedo evitar disfrutar de molestarla

-Aquí estaré esperando para ver cómo te queda- grito y me quedo acostado en la cama con los brazos detrás de la cabeza tratando de adoptar una pose relajada mientras ella se cambia.

Enséñame a soltarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora