Enséñame a soltarte

Capítulo 29: Camila

Camila

Estoy despierta hace un buen rato como la mayoría de las noches, es como si mis pensamientos fueran tan altos que generan un ruido que me hace despertar. Veo a Cam a mi lado quien se encuentra durmiendo profundamente, sonrío al verlo así tan tranquilo, me fijo en los detalles de su cara, sus pestañas largas, algunos lunares le salpican la piel, sus labios llenos se encuentran semi abiertos. Se ve precioso durmiendo y estoy casi embobada mirándolo, acarició su cabello suavemente para no despertarlo y cuando lo hago el agarre en mi cuerpo se intensifica, su mano en mi cintura me aprieta contra el como si no quisiera que me alejara.

Me giro quedando cara a cara con él, suspiro cuando me doy cuenta que este chico amable, atento, preocupado y cariñoso está colándose por las grietas de mi corazón, porque no necesité nada para darme cuenta que con sus palabras se fue creando una especie de lazo invisible que nos terminó por conectar. Vivo con miedo pero ahora lo es aún más, no quiero hacer sufrir a una de las personas que más me ha ayudado en este último tiempo, sino fuera por Cam no sé dónde estaría ahora.

Es posible que el cariño que siento por este chico de ojos pardo sea mucho más que eso...algo que se está creando en silencio, creciendo cada día más y eso es lo que más me atemoriza, porque no sé si soy capaz de amar a alguien más, no sé si soy capaz de querer a Cam como se lo merece, pero sé que lo puedo intentar por él por mí, por nosotros.

Lo que ambos no sabíamos era que al amor no le puedes cerrar la puerta, este se cuela por dónde menos lo esperas y llega a ti en el momento menos pensado, con la persona más inesperada y lo que más aterra es que no puedes hacer nada para dejar de sentirlo, permanece dentro de ti esperando la oportunidad de salir.

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Despierto más temprano que de costumbre para salir temprano a encontrarme con Lau y así poder aprovechar el día.

Estoy deseosa de ver a mi mejor amiga, me visto rápidamente, me maquillo y tomo rumbo hacia su casa, Cam aún no se había levantado así que decidí no despertarlo para que aprovechara de descansar, ya más tarde podíamos hablar.

Camino y en un momento me detengo a mirar lo radiante que está el sol, hace demasiado calor y el cielo está más despejado que de costumbre, me pongo los audífonos y sigo caminando lentamente tratando de apreciar mí alrededor.

-Guauuuuuuuu pero que chica más guapa- grita Lau desde la puerta de su casa a pesar que estoy a una cuadra entera de distancia, algunas personas que van caminando la miran de forma extraña pero a ella le da igual. Apresuro el paso para llegar luego hasta donde está.

-El sur no te ha hecho nada de mal a ti eh- bromeo a modo de saludo

-Te extrañé tanto- me abraza- jodida señal en ese puto lugar, ni siquiera podemos hablar pero menos mal que pude venir por dos días

-¿Solo dos días?- pregunto algo triste

-Ya sabes cómo es mamá con esto pero vendré para las vacaciones- recuerdo que tengo que contarle los planes que tengo, quizás ella se podría sumar a todo esto- bueno pero cuéntame ¿Cómo marcha todo?

-Uffff tengo muchas cosas que contarte

-Uhhh parece que es chismecito del bueno, oye espera antes de que sigas- me calla- ¿te quedarás a dormir?

-Ehhh si- decido finalmente algo pensativa

-Baja de la nube en la que estás y empieza a hablar- pasamos a su casa que también la siento como mía y nos quedamos en su habitación