Camila
Quizás me había pasado un poco con las copas, estaba mareada pero aún tenía conciencia de lo que estaba pasando.
Los chicos han sido sumamente simpáticos y para sorpresa mía, lo he pasado muy bien, mejor de lo que creí, aunque a veces he pillado a Charlie mirándome de una forma algo extraña, pero lo he dejado pasar porque supongo que es porque soy una desconocida. Con tanta conversación hemos ido pidiendo varios tragos, el único que sigue totalmente sobrio es Cameron, ahora me doy cuenta que se me a pasado un poco la mano porque estoy un poco mareada. No estoy acostumbrada a beber como lo hacía antes. Creo que es hora de irnos
-¿Te quieres ir?- me pregunta Cam quien escuchaba atentamente algo que estaba diciendo Nick.
-¿Hablé en voz alta?
-Si ridícula- me aparta un mechón de la frente colocándolo detrás de mi oreja, sus dedos rozan mi cara de forma fugaz haciendo que me tense, debido al alcohol que hay en mi sistema obviamente- ¿quieres ir a casa?- susurra solo para que los dos escuchemos
-Si a ti te parece bien, no quiero arruinarte la fiesta
-No está bien, además mañana tengo clases- y es ahí donde recuerdo que yo tengo que ir a trabajar mañana temprano.
-Mierda yo tengo que trabajar, lo olvidé por completo- me levanto de la mesa tan rápido que siento como mis piernas me fallan- mejor vámonos
-Creo que nos pasamos un poco ¿no?- me rodea la cintura ayudando a estabilizarme
-Sí y mañana lo lamentaré
-Ya lo creo que sí, chicos nosotros ya nos vamos- avisa
-Fue un placer conocerlos- les digo de corazón porque pase un buen rato con ellos, a pesar de todo.
-El placer fue todo nuestro preciosa espero que nos veamos pronto, ya eres parte de nuestro grupo así que Cam tienes que traerla cada vez que nos juntemos- pide Nick
-Dalo por hecho- asegura el chico a mi lado mientras nos despedimos y avanzamos hasta la salida.
-Alto ahí- toma mi brazo frenando mi andar
-Que pasa pesado- me volteo hacia el esperando a que hable
-No soy pesado
-Si lo eres- pone los ojos en blanco con falsa molestia
-Arriba los brazos – ordena
-¿Me vas a llevar presa?- me río
-Levanta los brazos- vuelve a repetir y le hago caso. Apenas los subo el me pasa por la cabeza el poleron extra que trajo para abrigarme.
-Listo- me lo acomoda y este me tapa hasta a rodillas de lo grande que es- te queda muy bien mi ropa- sus ojos vagan por mi cuerpo- compartimos closet así que puedes sacar cuando quieras algo de mi ropa
-¿Eso quiere decir que tu te pondrás mi ropa?- me río de solo pensarlo
-Te has cargado el momento- dice- no haría ni siquiera el intento de ponerme tu ropa por dos motivos, en primer lugar porque me quedaría pequeña, y segundo, prefiero verte a ti con ella, porque vaya que te queda bien...-me pone nerviosa con su comentario
-Algún día te obligaré a ponerte una falda- a el se le escapa una carcajada mientras caminamos bajo el cielo oscuro-estoy calentita- guardo mis manos en los bolsillos como una niña pequeña mientras pateo pequeñas piedras.
-Esa es la idea- dice obvio
-Gracias- digo sincera
-¿Te lo pasaste bien?- pregunta
ESTÁS LEYENDO
Enséñame a soltarte
RomanceUna amistad Un cambio inminente Una separación inevitable ¿Qué pasa cuando tu amiga de infancia y vecina se va del lugar en el que vive de un día para otro, sin decirte absolutamente nada? Eso fue lo que ocurrió con Camila y Cameron cuando tenían...