Capítulo 53: Cameron

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Cameron


-He llegado- grito apenas entro al departamento pero de inmediato me arrepiento porque no sé si la pequeña estará durmiendo y quizás la he despertado. Entro en silencio a la habitación y la imagen que tengo frente a mi hace que todo mi ser se conmueva, Camila esta con ella en brazos mientras esta última se ríe y estira sus brazos como si quisiera abrazarla y pegarse aún más a mi chica. Cuando me ve sus grandes ojos cafés idénticos a los de Cam y por lo que recuerdo a Miranda, me observan interesada.

-Llamas la atención incluso de una niña pequeña cariño- Cam se tira de espaldas en la cama y sienta a la pequeña a su lado.

-Para que veas- alardeo- Hola pequeña ¿Cómo te llamas?- me acerco un poco

-Leah- responde ella

-Leah- su nombre me parece bonito- ¿Cómo estás?- la pequeña se estira sobre el pecho de Cam, abrazándola protectoramente mientras me observa desde su posición.

-Bien, ¿Quién eres?- su grandes ojos cafés miran con curiosidad

-Él es mi novio- responde Cam- Se llama Cameron

-Novio- repite ella

-Así es pero tú me puedes llamar como prefieras- digo tratando de que entre en confianza, ella asiente varias veces.

-Muy bien ¿Estás lista para bañarte?- Cami se levanta con ella al hombro.

-Siiiii- grita entusiasmada

-Entonces vamos a ello- la toma como toda una experta, me fijo en su rostro que luce cansado pero con una chispa ingenua de alegría, del moño se le escapan algunos mechones de cabello que enmarcan su rostro.

-¿Qué pasa?- pregunta de pronto algo tímida.

-Estaba pensando en lo bonita que eres- sonrío- ¿Dónde está su ropa?

-Debería estar en la maleta, aún no he tenido tiempo para desarmarla- dice un poco culpable.

-No te preocupes, la desarmo yo ¿O te ayudo en el baño?- quería ayudarla porque necesitaba que compartiéramos las tareas, ella no tenía que hacer todo porque por eso éramos una pareja, para ayudarnos mutuamente y complementarnos cuantas veces fueran necesarias.

-No la desarmes por completo, solo ve si hay algún pijama a la mano, veré cómo se comporta en el agua, cualquier cosa grito- ambas se marchan perdiéndose tras la puerta.

Creo que aún no soy capaz de asimilar que hace un poco más de cuatro meses yo vivía aquí solo, sin esperanzas y cerrado a tener una relación con alguien, ni hablar de vivir con ese alguien, ahora me fijo en mi presente, el ahora, con Cam a mi lado y una pequeña que criaremos como si fuera nuestra hija, a veces no somos capaces de dimensionar lo rápido que cambia la vida, las cosas más impensadas ocurren cuando nadie se lo espera, y lo que jamás pensaste en tener es lo que ahora ruegas que sea para siempre.

No sé dónde estaría en este momento si no hubiera accedido a vivir con Cam, pero estoy seguro que sería menos feliz.

Rebusco en la maleta de Leah algún pijama para ponerle, mis manos dan de inmediato con una suave tela, que es un pijama enterito rosado, lo dejo encima de la cama.

-Todo listo por aquí, ¿Cómo vamos acá?- me acerco a la puerta del baño, Cam está de rodillas en el suelo mientras Leah juega y chapotea en el agua con algunos juguetes que le compramos días anteriores.

-Demasiado bien para ser verdad, a Leah le encanta el agua ¿Cierto pequeña?

-Shierto- dice tiernamente

Enséñame a soltarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora