Enséñame a soltarte

Capítulo 28: Cameron

Cameron

-¿A quién esperas?-escucho a Cam y cuando la veo solo puedo pensar en lo mucho que me gusta su estilo de vestir, esta con unos short de jeans demasiado cortos, una polera atada al cuello acompañado de unos bototos negros.

-A ti, siempre te estaré esperando a ti

-Estás loco-se burla- ¿Qué maravilla me preparaste?

-Un sándwich de pollo y exprimí especialmente naranjas para mi niña para hacerle un jugo, toma- le ofrezco el vaso y dejo el plato cerca de ella- come, y por cierto te ves hermosísima- beso su mejilla.

-Gracias por esto- veo que comienza a pensar, como si quisiera decir algo pero no está convencida de hacerlo así que le doy el empujón

-Suéltalo- me mira con expresión culpable

-Es que desde que llegué no he aportado con nada, digamos monetariamente hablando así que...

-Así que nada-la corto- yo soy el que paga las cuentas aquí, no te preocupes por eso- le digo y es la verdad, tengo dinero ahorrado más el que ganó cuando doy clases particulares y mi madre también me aporta así que no veo porque ella se preocupa por eso

-¿Quizás podría comprar la comida?- sugiere

-No sé tesoro... no me sentiría cómodo porque eres mi invitada- pone una mueca lista para contradecir lo que digo-además tu te haces cargo de la comida de este pequeñín- levanto a Kichiro- y pagaste hace unos días cuando lo llevamos al veterinario y lo dejaron ahí por unos días para esos exámenes que por lo demás fueron bastante costosos- recuerdo que hace unos días nuestro gatito no quería comer así que tuvimos que llevarlo al veterinario y Kichiro se tuvo que quedar allá por unos días, por suerte ahora esta en casa sano y salvo.  

-Pero eso no es suficiente 

-Hagamos algo, cuando tengamos que ir a hacer las compras al supermercado para abastecernos ven conmigo y...quizás ahí podríamos pagar a medias

-Está bien...al menos es algo

-Come Cam- le digo terminando con el tema, y pasamos el rato comiendo mientras vemos un poco de televisión esperando a que lleguen nuestros amigos. Cuando nos decidimos a levantar los platos el timbre suena varias veces seguidas.

Antes de decir algo veo a Cami abriendo la puerta

-Pero que lindas vistas por dios, nunca me había alegrado tanto de venir aquí preciosa-veo como mira Charlie a Cam y ella se cohíbe un poco incómoda así que me apresuro a llegar rápidamente a su lado apoyando mi mano en su espalda baja. He notado que aunque no lo diga, Cami parece no sentirse cómoda alrededor de Charlie, o quizás es por sus comentarios.

-Bueno ¿y a mí no me saludan?-intento bromear y envuelvo mi mano en la cintura de Cam posándola en su vientre tirándola hacia mi lado, ambos nos tensamos ante el contacto pero de todas formas ella me sonríe un poco más aliviada

-Es que a ti te vemos siempre

-Gracias queridos amigos

Los tres entran y se acomodan en los sillones dejando las cosas que trajeron para beber en la mesa, me giro y pillo a Cam mirándome

-Me gusta que me observes- la molesto

-Eres tan engreído

-Lo sé, me lo dijiste cuando llegaste a mi puerta, las cosas que me dices no se me olvidan

-A mí tampoco se me olvida lo que tú me dices, una vez me dijiste que iba a desear que tus brazos me envolvieran y que los abrazos eran de las pocas cosas que quedaban gratis así que siempre que necesitara uno te lo podía pedir