Capítulo 35: Camila

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Camila



Ayer fue un día de pijamas, después de que se fueron los chicos estuvimos en pijama metidos en la cama viendo películas y comiendo comida poco saludable, pero lo pasamos bien entre risas y besos que llenaron mi corazón de amor.

Ahora estábamos preparándonos para salir en busca de los disfraces para la fiesta que había en la noche, aún no tenía muy claro el disfraz que usaríamos así que supongo que en la tienda podré mirar algunos y escoger entre ellos.

-¿Qué me ves ahí?- Cameron esta apoyado en el marco de la puerta observándome con una sonrisa en la cara, va vestido con unos pantalones y sudadera negras, se ve guapo como siempre

-No se si es normal lo mucho que me gusta mirarte, contemplarte, siento que podría mirarte toda la vida, ver los pequeños gestos o tus reacciones cuando haces algo que te gusta- se muerde el labio reprimiendo la sonrisa que amenaza con salir en su rostro.

-Supongo que si lo es- me río mientras pongo mis argollas en los orejas- espero que no te canses de mi- digo con algo de temor, me había acostumbrado tan bien a Cameron, que no imaginaba como sería el momento en que nos separaríamos.

-Nadie en su sano juicio se puede cansar de ti tesoro, habría que estar mal de la cabeza- asegura

-¿Porque eres tan tierno?- parecía que él siempre tenía las palabras para hacerme sentir única, especial- Haces que...

-¿Hago que?- se acerca hasta quedar al frente mío

-Da igual, no me hagas caso- le resto importancia

-Dímelo- pone su mano en mi mejilla- no quiero que te guardes nada conmigo

-En otro momento, ahora bajemos porque los chicos deben estar en el estacionamiento esperándonos- trato de convencerlo pero él no parece tener intenciones de moverse.

-Que esperen porque quiero escuchar lo que me ibas a decir- suspiro

-Haces que mi corazón se acelere a un ritmo anormal, es como si tus palabras llegaran al centro de mi pecho, a mi alma- me sincero y trato de hacerle entender todo lo que el provoca con su mera presencia, con una sonrisa, una mirada o una palabra.

-Tu haz hecho eso con el mío desde el primer día que te vi, así que debo decir que estoy contento de provocar lo mismo- sonríe orgulloso- ¿Sabes? Contigo puedo entender lo que la gente dice sobre el amor...

-¿Qué dicen?- su mano recorre mi cuerpo, parte por mi cuello delicadamente y baja hasta mis hombros

-Que amar hace bien al alma, contigo entendí que una persona lo puede llenar todo, si es la correcta- aprieta mis caderas con sus manos- Pareciera que todo esté tiempo te estuve esperando a ti, y recuerdo que cuando te conocí por primera vez en la universidad, esa vez que chocamos, pensé ¿enserio? ¿Esto es la vida real o una película cliché?- nos reímos-Pero ahora lo entiendo, pareciera que estábamos destinados a colisionar, a chocar

-Que choque más bueno entonces- me acerco a darle un pequeño beso, cuando nos separamos el está a punto de hablar pero algo nos detiene.

-Salgan ahora mismo llevamos horas esperándolos abajo- los chicos gritan detrás de la puerta exagerando y cuando Cam está a punto de responderle le tapo la boca y respondo yo.

-Salimos ahora- avanzo hasta la puerta y siento sus pasos detrás de mí.

-¡Menos mal! A Nick le dijeron que en el centro comercial hay una tienda enorme llena de todo tipo de disfraces así que allá vamos- dice Axel mientras se sube al auto en el asiento de copiloto, vamos en el auto de Nick por ende el conduce y Cam, Charlie y yo vamos en la parte trasera.

Enséñame a soltarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora