Capítulo 39: Camila

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Camila


Me remuevo acalorada en la cama y siento como si hubiera alguien que me está aplastando, giro sobre mi misma y veo a Cam durmiendo casi encima de mí con su cara en el hueco de mi cuello, sus brazos rodeándome fuertemente por la cintura y su pierna entrelazada con la mía.

Cómo puedo me las arreglo para sacar mi mano y teniendo cuidado de no despertarlo tomo mi teléfono porque aunque no quiera y he dormido aproximadamente una hora, debo ir a la biblioteca a trabajar, son las 7 de la mañana y ya voy con la hora justa así que haciendo mi mayor esfuerzo para alejarme de los brazos de Cam trato de levantarme, sin embargo no logro hacerlo porque cada vez que me muevo el parece sentirlo y ejerce más presión para que no me mueva.

-¿A dónde vas?- su voz grave y ronca me deja sin aliento por unos segundos

-A trabajar- respondo obvia- tú tienes que ir a la universidad ¿No?

-Mhhh si pero prefiero quedarme contigo aquí en la cama- apoya sus palmas en mi abdomen, automáticamente me tenso y como si no fuera suficiente comienza a darme besos en la espalda apenas cubierta con una camiseta de él.

-Me tengo que ir- aunque me gustaría quedarme en la cama

-¿Mh?- sigue con su tarea repartiendo suaves y cálidos besos

-¿Nos vemos en la tarde?

-No se cómo lo haces pero siento que aunque vivimos juntos, nunca tengo suficiente tiempo contigo, nunca tengo suficiente de ti.

-Yo tampoco de ti, pero ahora debo ir a trabajar ¿Qué te parece si hacemos algo en la tarde?- propongo

¿A qué hora sales?

-Depende de cuánto trabajo haya, ahí te aviso, de todas formas quizá pase a la universidad para ir a dejarle los libros a Nick- recuerdo su encargo.

-Bueeeeno- su expresión adormilada es sumamente tierna- ve entonces- dice pero aún me tiene agarrada firmemente, como si no me quisiese dejar ir nunca.

-No me puedo mover si no me sueltas- me burlo

-Yo soy como un sticker, me pego a las cosas y personas deberías acostúmbrate a ello- me sonríe

-Los sticker se pegan a muchas cosas ¿A quien más te pegas tú?- bromeo

-Solo a ti, amor- aún me estremezco cuando escucho el apodo cariñoso- ¿Quieres que te lleve?

-No, aprovecha de dormir un rato más es muy temprano para ti además así aprovecho de caminar y escuchar música- eso para mí era un panorama excelente.

-No me gusta que camines sola con los auriculares puestos, no escuchas lo que ocurre a tu alrededor incluso te pueden atropellar- se pone totalmente serio.

-No pasa nada Cam, no te preocupes

-No me pidas que no me preocupe por ti, eso sería como pedirle a un niño que no célebre su cumpleaños, o sea algo imposible- me saca una carcajada la comparación que hace.

Me levanto como puedo de la cama mientras escucho a Cameron quejarse, su expresión adormilada me causa ternura pero trato de no fijarme en ello y comienzo a vestirme rápidamente, me pongo unos simples pantalones negros, un top una camisa, cepillo mi cabello después de lavar mi cara y ya voy con la hora algo justa.

-Estoy lista

-¿Tomaste desayuno?- cuestiona algo más despierto que antes

-No- le resto importancia- después como algo

Enséñame a soltarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora