Enséñame a soltarte

Capítulo 51: Cameron

Cameron

La vida estaba cambiando y avanzando a una velocidad alucinante, a veces llegaba a parecer surrealista lo rápido que las cosas podían cambiar, pero los cambios nunca han sido sinónimo de algo malo, al contrario así que en vez de cuestionar y comerme la cabeza cuestionando las cosas que sucedían en nuestras vidas, opté por hacer algo mas fácil que simplifica la vida, las acepté, acepté las cosas que ocurrían y dejé de tratar de encontrarle lo negativo o ese algo fallido.

Los días han pasado rápidos y con ellos los nervios de Cam han incrementado al pensar en tener a una pequeña niña dando vueltas por aquí, quizás yo estoy mas emocionado de lo que debería admitir, por lo mismo ahora me encontraba caminando hacia una plaza en la que le pedí a Charlie que nos juntáramos, necesitaba terminar de entender algunas cosas.

-Ya era hora de que llegaras- habla desde el banco en el que estaba sentado con esa característica sonrisa socarrona que nunca perdía.

-Te dije a las cinco, y son las cinco- digo con completa seriedad, como lo haces la mayoría de las veces cuando hablas con un extraño, porque ahora sentía así a Charlie, como un desconocido.

-¿De qué quieres hablar?-se hace el indiferente

-No te hagas el idiota conmigo, no te sale

-No me hago el idiota, lo que pasa es que supongo que tu noviecita ya te conto todo lo que hablamos, ¿Entonces? ¿Qué más quieres saber?- dice a la defensiva.

-¿Por qué fingiste todo este tiempo con ella?

-Nunca fingí nada, lo que pasa es que eres un idiota celoso que pensaba que yo me la quería follar, y nunca te diste cuenta que jamás la vi de esa forma, a pesar de que esta buena.

-No hables así de ella, y no me digas a mi que no fingías porque jamás fuiste capaz de decirle desde el comienzo quien eras, incluso yo siento que no te conozco- escupo las palabras con rabia- Si hubieras sido sincero le habrías dicho desde el comienzo todo a Camila.

-Quizás no me conocías tanto después de todo- se burla y me enferma que toda esta situación le parezca graciosa.

-¿Qué quieres decir con esto?

-Nada, me arrime a ustedes porque pasar el rato era algo fácil, estaba decidido a encontrar a Camila y las cosas se dieron mas fáciles de lo que esperé, ahora que ya tengo resuelto todas las cosas aquí, yo seguiré adelante.

-No entiendo

-Estoy dejando a mi hija aquí con ustedes porque aunque no quiera admitirlo quizás puedan hacer una buena labor y además porque yo me iré de aquí, mi sueño siempre fue viajar por el mundo y ahora nadie me lo impide, yo también merezco cumplir mis sueños y a pesar de que no deseaba ser padre, estos años le he agarrado cariño a esa niña, pero no me quiero hacer cargo de ella.

-Vine aquí para dejarte unas cuantas cosas claras- me acerco un poco a el- no te voy a permitir que trates a esa niña como un juguete, si tú la dejas aquí ella se quedara aquí, no te quiero en un mes mas arrepentido diciendo que la quieres de vuelta, se hombre y se honesto contigo mismo y piensa en lo que realmente quieres hacer porque nosotros formaremos lazos con ella, no estaré para tu juego en el que me digas que un día la quieres y al otro quieres deshacerte de ella ¿me has escuchado?

-¿Me estas amenazando?

-Te estoy dejando en claro un hecho, si tu quieres dejarle la niña a Cam por mi perfecto, la ayudaré a cuidarla y criarla como si fuera mi propia hija, pero no te quiero a ti en una semana quitándonosla y a la siguiente entregándola de nuevo, aquí no tienes que pensar en ti ni en mi sino en ella, y tampoco creas que mi novia estará para tus chistes, recuerda que yo estoy con ella y la defenderé de quién sea- a él parecen molestarle mis palabras pero no tengo intención de retirar lo dicho.