Cameron
Son las dos de la mañana y vengo recién llegando a casa, las cosas se alargaron un poco así que tuve que quedarme más tiempo del que quería con una persona que requería de mi ayuda.
Cierro la puerta con mucho cuidado para no despertar a Cam, me saco los zapatos y la camiseta dejándolos en el sofá, cuando entro a la habitación la veo durmiendo con una camiseta mía, está enredada entre las sábanas como si estuviera inquieta durmiendo, me saco los pantalones para cambiármelos por unos de dormir junto con una camiseta más cómoda, cuando estoy casi listo para meterme en la cama ella comienza a murmurar algunas palabras que no logro entender, su cara esta con una mueca que no me gusta y cuando comienzo a escuchar que susurra repetidas veces "déjame" "vuelve" y algunas lágrimas corren por sus mejillas hasta perderse en sus labios tomo la decisión de despertarla, me acerco a ella, sus susurros ahora son más audibles y cada vez se oyen más desesperados
-Cam, cariño despierta- tomo su brazo y paso una mano por su cabeza acariciando su cabello pero ella no despierta- Cam- tomo sus hombros sacudiéndola suavemente- ella se gira hacia mi lado y toca las sábanas vacías- tesoro estoy aquí, despierta- digo más fuerte que las veces anteriores, ella recién ahí comienza a abrir lentamente sus ojos algo desorientada, cuando me ve me abraza fuertemente como si no nos hubiéramos visto hace meses, sus sollozos no han parado y estoy algo desconcertado porque no entiendo que sucede.
-Hey, bonita mírame- tomo su rostro con ambas manos- ¿Qué sucede?
-Estaba teniendo una pesadilla y...-sus pupilas se mueven de un lado a otro.
-¿Me quieres contar de que era?
-Necesito ir al baño- se levanta rápido sin darme tiempo a decir algo, me paro rápidamente pero siento como pone el pestillo en la puerta del baño. Giro la manilla repetidas veces sin éxito alguno mientras escucho como algunas cosas caen al suelo mientras deja escapar los sollozos que no hacen más que romper un pedazo de mi corazón al verla tan mal, tan frágil.
-Cam ¿qué está pasando?-grito y sigo girando la manilla a pesar de saber que está con llave
-Necesito estar sola un momento por favor- me grita y la escucho jadear como si le faltara el aire
-No puedo dejarte sola en el estado en el que estás-trato de hacerla entrar en razón
-Siempre he estado sola, y en estados peores que este-la escucho botar algo y siento el ruido de un objeto que se está quebrando seguido de unos gritos que me ponen los pelos de punta.
-Camila me estás asustando, ¡abre la maldita puerta!
-¡No!- grita fuera de control como hace tiempo no la oía
-Tengo la llave de esta cerradura, así que o me abres tu o abro yo- sé que no debo invadir su espacio pero estoy preocupado, no puedo dejarla sola en el estado que está y mucho menos irme a dormir como si no estuviese pasando nada, escucho sus pasos acercarse y la puerta se abre dejándome ver sus lindos ojos cargados de dolor.
-Hey- la escena me descompone un poco, sus ojos no dejan de expulsar lágrimas, como si no pudiera retenerlas, sus labios están hinchados y su pelo revuelto como si hubiera tirado de él, la miro en busca de algún otro daño, cuando no encuentro nada más a simple vista, tiro de su mano y la acerco a mi encerrándola entre mis brazos para tratar de calmar los espasmos que está sufriendo- Shhh tranquila bebé, estoy aquí ¿Me oyes? Ya llegué, te tengo, yo te sostendré cariño pero necesito que me digas ¿Qué va mal?
-No estuve ahí, ese es el problema- balbucea bajito y no sé a qué se refiere
-¿Cuándo?- pregunto sin comprender
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Enséñame a soltarte
RomanceUna amistad Un cambio inminente Una separación inevitable ¿Qué pasa cuando tu amiga de infancia y vecina se va del lugar en el que vive de un día para otro, sin decirte absolutamente nada? Eso fue lo que ocurrió con Camila y Cameron cuando tenían...