F-Furia

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Adivinen, ¿quien decidió releer por vigésima vez The Mortal Instruments?

Redoble de tambores*

Ding Ding Ding, Blair

Yo necesito superar esa saga :c

Bueno, aquí les traigo un oneshot demostrando porqué Magnus es el dueño de mis futuras quincenas, que es algo así como un final alternativo que creé de Ciudad de Cristal.

Disfruten

•°•

Estaban perdiendo la guerra.

Los demonios habían sobrepasado por mucho a los cazadores de sombras y subterráneos. Casi todos sabían cuál sería su destino al terminar con ésto. Morir.

Magnus no podía dejar que ésto pasará. ¡Por Lilith!, Justo cuando Alec tiene el valor de hacer pública su relación, ¡resulta que van perdiendo la batalla!

Joder, si es un karma de algo que hizo en el pasado, se arrepentiría toda su muerte por eso.

Cuando parecía que ya nada podía empeorar, Alec, que estaba al lado del brujo, suelta un grito desgarrador y toca encima de su runa parabatai. Magnus rápidamente va a auxiliarlo pero no nota una docena de demonios que se acercan a ellos.

Alec, inconscientemente, deja escapar magia de su cuerpo que aniquila a cualquier demonio que estuviera cerca de ellos. Magnus se sorprendió, ya que no pensó que la runa hecha por Clary fuera tan poderosa como para compartir tanto poder.

—Alexander, cariño, ¿qué sucede? —preguntó Magnus preocupado mientras se agachaba para tomar al ojiazul en sus brazos.

—Es J-Jace —murmuró entre dientes —Ya no logro sentirlo —ojos azules un poco cristalizados miran fijamente a unos de gato —. ¿Crees que el está... muerto? —Magnus sabía el dolor que estaba sintiendo su pareja simplemente con decir eso, no quería imaginarse como se sentiría al confirmar sus suposiciones.

—Él...

—Por el Ángel, vamos a morir todos aquí, ¿cierto? Si no nos matan los demonios, nos matará Valentine al pedir el deseo del ángel Raziel —Magnus negó con la cabeza intentando que esos pensamientos que esfumaran de la mente del nephlim pero fue en vano —Desearía haber hecho nuestra relación pública semanas antes, no en un acto de desesperación, ¿me perdonas, por favor? Si voy a morir, quiero morir sabiendo que me perdonaste.

—Alexander, cállate, maldita sea. No vas a morir hoy y por supuesto que te perdono por no decir nada sobre lo nuestro, aunque no haya nada que perdonar. Estabas asustado, como yo lo estuve en su momento, así que yo no tengo que perdonarte po...

Ninguno de los dos se dió cuenta que había un demonio acercándose a ellos, pero si se dieron cuenta cuando éste clavó su aguijón en la nuca de Alec. Ambos abrieron los ojos, Alec por el impacto y la sorpresa, y Magnus por el miedo que se apoderó de él al ver el aguijón saliendo de la nuca del pelinegro lleno de sangre y dejando inconsciente al nephlim.

—No —susurró Magnus. Sus dedos fueron directo a la herida del nephlim intentando sanarla al tiempo que Maryse Lightwood mataba al demonio que había atacado a Alec.

—Salva a mi hijo, Bane. Todavía nos deben una explicación —a pesar de que quería demostrar control, en sus ojos se podía demostrar el miedo el miedo y la angustia que estaba sintiendo al ver a su hijo así, ella ya no soportaría perder otro hijo.

Magnus actuó rápido y dejó fluir la magia de sus dedos hacia la nuca de Alec. Poco a poco la herida fue cerrándose haciendo que Magnus diera una pequeña sonrisita victoriosa, pero esa sonrisa se borró al ver cómo Maryse y su compañera hada se alejaban de ellos al verse atrapadas con los demonios, dejándolos solos.

Sopa de letras MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora