Sopa de letras Malec

W-Whisky

Hola, crayolas.

¿Cómo andan? ¿Están bien? ¿Ya tomaron agüita?

Bien, el día de hoy habrá un capítulo... diferente. Básicamente todo el capítulo será un apocalipsis zombie.

¿Debí de desvelarme está noche viendo The Walking Dead? Claro que no, ahora no me pude quitar de hacer un capítulo en un apocalipsis, pero qué se le va a hacer, ni modo.

Disfruten ;)

•°•

—¡Alec, corre! —gritó su hermana desde la casa en la que se estaban quedando. Alec corrió más rápido (si es que eso era posible), entró y cerró la puerta. Se escucharon los cuerpos de los zombies golpearla e intentar derribarla.

—Eso estuvo cerca —jadeó.

—Eso fue estúpido —cuestionó Izzy con sus manos en la cadera. A pesar de tener la ropa sucia y estar totalmente despeinada, seguía viéndose tan imponente como antes —. ¿Qué planeabas hacer?

—¡Nada!

Izzy entrecerró los ojos y subió las escaleras para ir al piso de arriba, donde se supone que se encontraban durmiendo los demás. Alec la siguió, encontrando a su hermano, Jace, hablando en voz baja Aline Penhallow, una amiga de la familia que, lamentablemente, perdió a sus padres al igual que ellos y ahora tenían que sobrevivir juntos.

—¿Dónde está Magnus? —preguntó el pelinegro.

—Está dormido en uno de los cuartos, bueno, eso nos dijo. Seguro que te está esperando despierto.

Asintió, entró al cuarto, y, efectivamente, Magnus se encontraba despierto leyendo un libro. Levantó la vista y sonrió al ver a Alec.

—Hey.

—Hey.

—Se tardaron.

—Hubo algunos inconvenientes.

Magnus abrió los brazos para que Alec se metiera en ellos y así lo hizo, dejando un beso en su cuello mientras Magnus dejaba uno en su cabello.

Llevaban 6 meses (según los cálculos de Aline y Magnus) con todo ésto de los zombies. No se bañaban desde hace 5 meses, no se cepillaban los dientes desde hace 3, comían los alimentos necesarios para sobrevivir a pesar de no ser muy higiénicos, por lo que los besos en la boca se redujeron a situaciones sólo de desesperación.

—¿Estás bien, Alexander?

—Uhm, si, estoy bien —contestó el ojiazul poniendo una mano sobre su bolsillo trasero y comprobando que los anillos no se habían caído en medio de su carrera —. Magnus, ¿recuerdas qué perdiste cuándo todo inició?

—Mis ganas de vivir.

—¡Magnus! —Alec gritó–susurró para que los de afuera no los escucharan. Magnus soltó una leve carcajada y presionó otro beso en su cabello.

—Mi... anillo de compromiso.

Se habían comprometido 2 meses antes de lo que es ahora. El moreno había dejado caer su anillo accidentalmente en una persecución de 20 zombies detrás suyo. Ni siquiera pudo regresar a intentar buscarlo, sería un suicidio.

Alec sacó de su bolsillo dos anillos —Okey, entonces ya llevamos 8 meses comprometidos, lo que significa que ahora podemos casarnos —dijo poniendo un anillo en la mano del moreno y dejando otro en la suya.

—¿Nos casaremos aquí? —murmuró Magnus. No pudo verlo pero sabía que estaba sonriendo de oreja a oreja.

—Considerando que mañana podríamos estar muertos sin habernos casado, si, lo haremos.