Happier

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Para este capítulo supongamos que son adolescentes en los 20s, porque será necesario.

¿Reconocen el título? Si, es happier de Olivia Rodrigo.

Lo que diga la canción lo pondré en español para no generar confusiones con el inglés y eso.

Disfruten ;)

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Sin duda fue mala idea emborracharse siendo el más responsable de un grupo de 5.

Eso era el pensamiento de Alec mientras miraba a sus amigos cantando en el karaoke con una cerveza en la mano. En algún momento de la noche las canciones de Olivia Rodrigo llegaron y ninguno de ellos se negó a quitarlas. Cantaban como si les hubieran roto el corazón de mil maneras distintas, a pesar de que sus respectivas parejas estaban a un lado suyo.

La mini fiesta ni siquiera había sido por sus corazones rotos, había sido por el suyo, pensó Alec, enfurruñado.

Su amor platónico desde los 10 años y uno de sus mejores amigos, Magnus Bane, estaba celebrando su aniversario de un mes con su novia Camille Belcourt, y eso estaba matando a Alec por dentro.

En un intento de animarlo, su hermana le propuso hacer una mini fiesta con su otro hermano, Jace, y Clary y Simon, las parejas de ellos. Alec aceptó, pensando que no sería algo muy fuera de lugar.

Error.

Sus padres junto con su hermano menor salieron de la ciudad, por lo que Jace compró botellas de cerveza para todos, y ahora estaban borrachos.

Si, el también.

Mientras sonaba los últimos versos de Drivers licence su mente se desvío de nuevo a Magnus. En su piel oscura, sus ojos verde–dorados, su pelo en punta, su preciosa cara, sus cuadritos...

No, que pensamientos tan impuros estaba teniendo está noche.

—¡Alec! —exclamó Izzy, emocionada —. ¡Es Happier!

—Lo sé —dijo el ojiazul, llevándose la botella de cerveza de nuevo a sus labios.

—Te reto a que le mandes la letra de la canción a Magnus por mensaje.

Las palabras de su hermana lo hicieron ahogarse con su cerveza. Oyó unas risas y sintió unas palmaditas en la espalda para ayudarlo por parte de Clary. Cuando por fin se recuperó, miró a su hermana con los ojos desenfocados.

—¡Estás loca!

—Vamoooos —pidió Isabelle, arrastrando las palabras y riéndose. Llegó hasta el sillón en el que el pelinegro se encontraba y se echó junto a él —. ¿Qué podrías perder?

Pensó y pensó en su borracha cabeza qué podía perder y no encontró nada malo. O sea, no pensó que podía perder su dignidad, su amistad de 9 años, ni nada de eso.

—¿Sabes qué? Lo haré —murmuró Alec, sacando el teléfono de su bolsillo trasero del pantalón. Escuchó unos aplausos y gritos alentadores de sus cuñados y hermanos que lo animaron.

Se metió al chat con Magnus y se puso triste al ver su última conversación, que había sido incómoda y nada como las conversaciones largas que tenían antes de la relación de Magnus, pues Camille era como una sanguijuela que no dejaba a su mejor amigo para él.

Sopa de letras MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora