Sopa de letras Malec

Q -Quietud

Se me ha ocurrido de la nada esta idea y no podía no escribirla, así que aquí estoy.

Bien, para que no se confundan

Alec – Alexandra (Alex o Allie, depende de quien sea la persona que lo diga)

Magnus – Magna

Clary – Casey (Con Clary nos podías ver a mi y a mi hermana mayor imaginando un nombre parecido)

Jace – Jade

Isabelle – Isaiah (Aquí me robe el nombre del actor de Luke en la serie dkska)

Simon – Simone

Disfruten ;)

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Maryse y Robert Lightwood pegaron un grito en el cielo cuando descubrieron a su hija mayor, Alexandra Lightwood, besarse con la hija de uno de sus inversionistas más cercanos, Magna Bane.

Ya se imaginaran el escándalo que hicieron.

Corrieron a Alexandra (o Alex, como prefería ser llamada) de su casa, quitándole a sus hermanos al prohibirle verlos.

Magna y su familia ofrecieron su hogar para que Alex viviera en lo que encontraba que hacer con su vida. La ojiazul lo negó pero no hubo nada que pudiera hacer contra la terquedad de los Bane.

Actualmente llevaba 3 semanas viviendo con su novia y todo iba bien, o al menos aparentaba serlo. Alex se la pasaba increíble en esa casa, todos eran tan unidos que envidiaba ese lazo.

Suspiró mientras cerraba su cuaderno de literatura y se tiraba de un salto sobre su cama. Ella hubiera preferido dormir en la cama de su novia, pero por palabras de Batari Bane, “Mi hija biológica y mi hija postiza llegarán vírgenes al matrimonio, sin objeciones”, fueron separadas en habitaciones distintas.

Alexandra se sonrojó e intentó declarar que era virgen (de hecho no lo era porque Magna y ella se ponían traviesas durante sus citas) pero fue en vano  porque Batari se negó y golpeó su martillo imaginario sobre la mesa, cerrando la discusión.

Estuvo varios minutos pensando muy metida en su tarea de literatura, que se asustó cuando tocaron su puerta —¿Si?

Asmodeus se asomó —Allie, Batari y yo ya nos vamos a la cena benéfica. Probablemente regresemos hasta tarde pero eso no quiere decir que te puedas dormir tan tarde leyendo, eh.

Allie, el apodo surgió cuando Magna quería llamarla de una forma única y diferente, y al parecer el apodo se quedó en ella porque ahora todos en la casa Bane la llamaban así. La pelinegra no se quejaba de su nuevo apodo.

Alex asintió distraída a las palabras de su suegro —Claro, tengan linda noche —abrió los ojos y se paró de un salto hacia su cajón, de donde sacó tres cartas —. ¿Podrían entregarle esto a Jade o Isaiah si los ven? La tercera carta es para Max, por favor —agachó la mirada, un rubor de vergüenza apareciendo en sus mejillas.

—Claro, Allie —sonrió Asmodeus cálidamente —. Dulces sueños —presionó un beso entre sus rizos y salió de la habitación.

Ah, Asmodeus la trataba mejor que su propio padre.

Caminó de vuelta a su cama y se acostó en ella. Realmente no tenía ganas de ponerse a leer, así que puso una película cualquiera y se quedó dormida con ella de fondo.

Sintió que alguien presionaba un beso en su frente e identificó el perfume de lavanda de Batari, pero no le dió mucha importancia y siguió con su tranquilo sueño.