Sopa de letras Malec

Distancia

¿Debí haber traído un capítulo para el 14 de febrero? Sí ¿Qué si lo hice? No ¿Qué si quería hacer un capítulo triste en lugar de uno lleno de amor? Pues sí.

Anyways, eso me lo reservaré para otro capítulo.

Algo corto pero con mucho amor <3

Disfruten

∞

—Feliz San Valentín, mi amor. —Magnus sonrió a la cámara.

—Feliz San Valentín, Mags —respondió Alec correspondiendo a su sonrisa.

Gracias a que uno de ellos estaba en New York y otro en Londres con más de 5,000 kilómetros de distancia entre ellos dos, tuvieron que conformarse con pasar su San Valentín a través de una cámara.

—¿Ya te llegó mi regalo? —preguntó Alec, nervioso y ansioso por saber su respuesta.

—Sí —respondió el moreno sin decir nada más.

Alec levantó una ceja —¿Y? ¿Ya lo abriste? ¿Te gustó?

Magnus gimió de frustración —No he tenido tiempo, pero te prometo abrirlo más tarde, y lo abriré contigo. Te lo prometo.

—No tienes que prometerme nada. Sé que es difícil mantener tu beca allá con tus tiempos y eso. Ni siquiera tienes que llamarme todos los días y lo haces. Seguro tienes mejores cosas que hacer y...

—Oye, no hay nada mejor que tú. —Magnus lo interrumpió —. ¿Crees que Ragnor y su plática diaria de por qué avanzaremos como sociedad cuando se acepte que el verde es el mejor color, sea mejor que hablar contigo? Yo no.

Alec rió —Bueno, igual creo que es un empate. Pero es verdad lo que te digo, no descuides tus estudios por mí.

—Llevo un año aquí y nunca he bajado mi promedio. Es más, verte, aunque sea por videollamada, me motiva más.

—No seas tierno porque yo no lo soy y me veo en la obligación de también decirte algo tierno y, probablemente, diré algo estúpido que arruine el momento romántico.

—Yo diré las cosas tiernas por los dos, no te preocupes. —Magnus guiñó un ojo —. Y, por mucho que odie decirte esto, tengo que irme ahora. Ragnor vendrá en unos minutos y te amo demasiado como para traumatizarte con su discurso.

Con una sonrisa, Alec respondió —Dale un saludo de mi parte. Y acaricia a Presidente Miau por mí.

—Espero que pronto lo conozcas y lo hagas tu mismo —murmuró Magnus.

—Algún día.

Estaba a punto de salirse de la llamada, cuando Magnus gritó para que se detuviera. Alec, sorprendido, lo hizo.

—¡Espera! Catarina irá a tu casa hoy y quiere saber a qué hora llegas de la universidad.

—¿Por qué no me pregunta a mí?

—Porque no tiene tu número.

—Pero tengo instagram. Me tiene en instagram.

—Ella cree que necesita un espacio de las cosas tóxicas, entre ellas, las redes sociales.

Alec entrecerró los ojos.

—La vi conectada hace dos días.

—Oye, no tengo idea de la mente de Catarina. Simplemente sé que quiere saber a qué hora llegas a tu casa.