Sopa de letras Malec

Pequeña Parte 2

Si, recuerden que les dije que planeaba sacar segunda parte de mis capítulos para que la historia me dure más.

@bbmalec este fue tu pedido, espero que te guste <3

Disfruten ;)

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Esto había sido un accidente. Alec dijo claramente que después de Maxine no habría más niños para ellos.

Sin duda subestimó a sus habilidades y a las de Magnus.

Usaban protección y planeaban operarse tiempo después. Al parecer sus bebés querían nacer de último momento.

Si, bebéS.

Dos niños.

Raphael y Maxwell Lightwood Bane.

Dudaron sobre ponerle Max a su hijo porque ya tenían a Maxie, pero Magnus insistió sabiendo lo mucho que Alec amaba a su hermano menor y Alec terminó aceptando.

Ahora se encontraba la pareja acostada en su cama con Maxine recargada en el vientre de poco más de 4 meses del omega. La bebé tenía una pijama que el propio Magnus mandó a hacer para ella. No es que fuera muy especial ni nada, pero decía “Si crees que soy linda, mira a mi papi y luego hablamos de cosas lindas, mundano”

El ojiazul se sonrojó cuando la vió puesta en su hija.

Alec estaba jugando a tapar sus ojos para que Maxie, su cosita pequeña y balbuceante, lo asustara cuando quitara sus manos y hacerla reír. Habían descubierto que eso la ayudaba a dormir más pronto.

—Buu —exclamó Maxine quitando los dedos de Alec de su rostro. Alec sonrió y fingió asustarse abriendo mucho los ojos y sobresaltandose. La niña soltó una carcajada por la reacción de su padre.

Magnus fingía leer pero en realidad estaba observando a su esposo e hija convivir. Estaba enamorado de ellos dos, eran su mundo entero.

Bueno, ahora venían dos pequeños más a ser parte de su mundo.

El moreno robó a la niña del cuerpo de Alec y la apachurró entre sus brazos, siempre teniendo cuenta de ser cuidadoso con ella. Las risas de Maxine fueron muy bien bienvenidas.

—Oye, ella estaba conmigo —se quejó Alec pero tenía una gran sonrisa que le cubría de oreja a oreja.

—Tú tienes a ellos dos para ti. Por cierto, disfrútalos, porque una vez que estén aquí no podrás quitarme a ninguno de los tres.

—Alpha tonto, eso dijiste de Maxie y yo recuerdo perfectamente que cuando vomitaba no podías ni acercarte a ella.

—Es que antes no estaba preparado, pero mi niña me enseñó, ¿cierto, preciosa? —preguntó desviando la mirada a su hija, quien con 10 meses no entendía y su vocabulario constaba de “buu", “bapa”, “pa–i”, “Ma–ine”, “¡yo!” y “abua”

—Buu.

—Sabias palabras.

El pelinegro se acercó para besar a su esposo con Maxine en medio de ellos. Fue un roce suave y perezoso que salió de la nada. Esos momentos en los que no hay una razón hacerlo, simplemente porque quieren, sin ninguna otra razón.

—¡Pa–i! —el grito indignado de su hija los separó. La encontraron con el ceño fruncido y una mirada demasiado acusadora para ser una bebé.

—Bapa yo —dijo echándose sobre Magnus en algo que podría ser descrito como un salto. Lo abrazó y agitó sus pestañas como su tía Izzy le había enseñado.