Sopa de letras Malec

M -Miau

Este capítulo será narrado por otro personaje que no se le da el reconocimiento que merece. ¡Presidente Miau!

Será corto, pero Presidente lo vale.

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La vida de Presidente Miau era sencilla. Tenía un gran castillo para el solo, podía ir y venir cuando quisiera, tenía comida ilimitada, y aún mejor, tenía dos sirvientes que morirían por él.

No sabía el nombre de sus sirvientes, creyó escuchar que se llamaban Alejandro y Manuel, pero eso realmente no lo sabía ni le importaba. Sirviente 1 y Sirviente 2 son sus nombres desde que Presidente Miau los adoptó.

Su verdadero nombre es Eugene pero cree que Presidente es digno de él, así que ese fue su nombre público. Eugene era un nombre privado y sus sirvientes no deben de saberlo.

Presidente Miau adoptó a Sirviente 1 cuando lo encontró a él y a más gatos en una caja (un terrible hogar para un presidente, en opinión de Eugene) y les dió refugio temporal por un tiempo. Su sirviente intentó llevarlo a otro reino pero Eugene ya había conquistado ese reino y estaba muy cómodo con su nuevo reino y castillo.

A Sirviente 1 no le quedó de otra que no sea servirle.

Sirviente 2 llegó tiempo después, en su banquete real en honor a su cumpleaños. Eugene estuvo demasiado ocupado ese día festejando su cumpleaños con sus gatos sirvientes como para ir a conocer a Sirviente 2, pero Sirviente 1 le dijo que ese fue el día que la persona que estaba esperando, por fin había llegado. Presidente Miau supone que se refería a que ahora ya había llegado otra persona con quien compartir las responsabilidades de servirle.

Sirviente 2 estuvo de un duro proceso para elegir si era digno de compartir espacio con Eugene o no lo era. Era mejor acariciándolo que Sirviente 1 y eso sin duda le dió puntos extras.

Presidente Miau preferiría saltar de la torre de su castillo, a aceptar que le tomó un cariño a Sirviente 1 y Sirviente 2. O sea, todos eran sus sirvientes, pero Sirviente 1 y Sirviente 2 tenían un lugar especial en su castillo.

Había muchas cosas que le molestaban de sus sirvientes, y por más que le molestará, entendía que no eran perfectos y no son tan listos para entender las demandas de la realeza.

Un cosa que le molesta es que se ponían como locos cuando Presidente Miau salía a caminar por sus tierras, buscando que todo estuviera en orden. Pero no, eran tan egoístas que querían a su magnífica presencia solo para ellos.

¡Hay mucho Presidente Miau para ellos, idiotas!

La segunda cosa que le molestaba era que Sirviente 2 llegara a altas horas de la noche, y en varias ocasiones, llegaba con un extraño líquido oscuro que olía fatal y apestaba el castillo. Creé recordar que Sirviente 1 lo llamó Icor, pero no está seguro de sus fuentes.

La tercera cosa, y la que más le molestaba de sus sirvientes, es que durante la noche, lo echan de la habitación para Sirvientes, empiezan a gritar, a  hacer ruidos extraños y la cama hace sonidos que desesperan a Presidente.

¡No entienden que Presidente Miau quiere pasar tiempo de caridad con sus plebeyos!

La primera vez que pasó, estuvo a nadie de despedirlos. Pero al hablarlo con su consejero real, Patrick, un gato que vivía a las afueras de su reino, decidió conservarlos porque no encontraría otros súbditos tan rápido.