Sopa de letras Malec

G-Gula

Pensé en hacer algo de los personajes de TMI relacionado con los 7 pecados capitales. Realmente no soy muy creyente así que perdón si doy un dato erróneo de los pecados.

Disfruten, pecadores ;)

Ira: Isabelle Lightwood

Gula: Alec Lightwood

Lujuria: Magnus Bane

Soberbia: Jace Herondale

Envidia: Clary Fairchild

Pereza: Simon Lewis

Avaricia: Jonathan Morgenstern

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En la Tierra existían 7 demonios que convivían entre humanos, fingiendo ser uno más de ellos para llegar al Gran Día, la liberación de todos todos los pecados.

Los humanos son seres reprimidos, que no ceden ante su verdadera naturaleza, pecar. Siempre conformándose ante lo poco que su fé les brinda. Los demonios, en cambio, querían que fueran ellos mismos, sin pensar dos veces en las consecuencias que sus actos traían.

Por eso, las 7 representaciones de los pecados, vivían en la Tierra, provocando a las personas a sus más oscuros deseos. Esperando pacientemente a la inevitable victoria que tendrían los demonios en el territorio terrenal.

Si alguien miraba a Magnus Bane y Alec Lightwood, pensará que son una pareja que decidieron mudarse juntos a una nueva aventura, pero, las apariencias engañan, y ellos nunca lograrían notar el hábito que tenía Alexander de siempre estar comiendo algo, ó, la cantidad de veces que la pareja tenía sexo en todo el loft. Ninfómanos, trastorno de apetito desenfrenado, enfermos, dirían los mundanos. Libertad, lo llamarían Magnus y Alec.

Mientras no se supiera lo que pasaba dentro de esas paredes, todo estaría bien para ellos.

Nunca sabrían nada de las escapadas nocturnas que tenían los dos amantes.

Tampoco sabrían de las manchas de sangre que, algunas veces, solían adornar la oscura ropa de la pareja.

Tal vez si sabrían que Alec siempre tenía una forma de andar algo, ejem, chueca.

Menos sabrían del extraño fetiche que tenía de Alec por fingir que la polla de Magnus era una gran paleta que debía comer y sacar el dulce de leche que tenía después de acabar su paleta. Pero son demonios, no pueden esperar algo sano de ellos.

Ni siquiera su relación era del todo sana. Se amaban más de lo que cualquier mundano podía entender, claro, pero siempre estaban los cadáveres que aparecían en basureros de quién fuera que se atreviera a mirar de una manera sucia a Magnus, ó, los jaloneos bruscos, azotes, chupones, dedos marcados que recibía el cuerpo de Alec a la hora de tener sexo. Ellos parecían estar bien con eso, así que estaba bien.

Retomando el fetiche de Alec, justo estaban haciendo, ejem, eso.

Sexo oral, de los favoritos de Magnus.

Los labios de Alec estaban tomando la gran polla de Magnus, quién gemía con la cabeza echada en el respaldo del sofá. Alec no tenía reflejo nauseoso, así que Magnus estaba en la gloria.

—¿Lo estoy haciendo bien, Mags? —dijo Alec soltando la polla de Magnus, mirándolo con con sus grandes ojos azules que pretendían inocencia, sus mejillas sonrojadas, labios hinchados y un hilo de saliva saliendo de su boca. A pesar de ser la gula, parecía la lujuria encarnada.

—Llevamos siglos juntos, Alexander, y no hay día que no me sorprenda de lo bien que haces. Tu cuerpo es una delicia que nunca me cansaré de probar. Podrías arrancarme el corazón y yo seguiría a tus pi —dijo Magnus intentando que Alec volviera a poner su boca sobre él, pero el ojiazul tenía otros planes.