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¿Qué día es hoy? 13 de Septiembre, ¿Y saben que día fue ayer? 12 de Septiembre.

¿Y saben lo que pasó un 12 de Septiembre de 1989? Exacto, nació Alexander Lightwood

Entonces, este capítulo será muy dulce (o todo lo que mi mente malévola me lo permita) por el cumpleaños de nuestro Alec y por qué se los debo del capítulo anterior.

Disfruten :))

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—¡Feliz cumpleaños, papá!

—¡Feliz cumpleaños, papi! —los gritos continuos de sus hijos y los codos apoyándose en su abdomen, lo despertaron de su sueño.

Alec abrió los ojos, recibiendo la vista de sus dos hijos, Raphe y Max, de 14 y 12 años respectivamente, y su esposo apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa perezosa. Sus hijos tenían un pastel azul algo deforme (pero nunca se los diría), una clara muestra de que Max decoró el pastel, lo que significaba que no se sabía si el pastel era comible o no.

—¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! ¡Hoy cumples aÑOOOS! —gritó Max levantando los brazos y soltando chispas de magia de sus dedos. Su bebé menor seguía diciéndole “papi”porque al parecer no tenía ningún problema con seguir llamándolo así, al contrario de su hijo mayor que al cumplir los 11 años decidió ser lo suficientemente grande para seguir llamándolo papi. Alec lo extrañaba secretamente, pero no obligaría a su hijo ya adolescente a volverlo a llamar como lo hacía a los 5 años.

—Lo se, lo sé, Maxie —rió Alec —. 32 años —suspiró melancólicamente. Parecía ayer cuando era un adolescente con miedo a amar a una persona de su mismo sexo.

—Feliz cumpleaños —dijo Raphe abrazándolo con fuerza. Su hijo acababa de cumplir 14 años y ya no parecía ser del tipo de personas que abrazaban con frecuencia, así que apretó a su bebé mayor entre sus brazos, besó su cabeza y atesoró el momento.

Se alejaron para que Alec pudiera recibir a Max, quien estaba ansioso por abrazar a su padre. El mayor lo abrazó mientras le hacía cosquillas al brujo, ocasionado carcajadas.

—Bueno, creo que es mi momento de abrazar a su padre, niños —dijo Magnus acercándose a su familia.

Max soltó a Alec para que Magnus pudiera abrazarlo. La pareja se fundió en el abrazo.

Dormían abrazados, solían abrazarse por la espalda el uno al otro cuando estaban distraídos, se abrazaban cada que se besaban (que era muy seguido) y aún así los brazos de su esposo rodeándolo seguían provocando que su corazón latiera como loco.

—Felices 32 años, garbancito.

Alec soltó un gemido de frustración —¿Es enserio? ¿Garbancito? ¿De nuevo?

—Es un viejo hábito, garbancito, uno de los mejores.

—Mucho amor, ¿no creen? Es hora de partir el pastel —los interrumpió Raphael —. Max y yo nos levantamos temprano para prepararlo para ti —el mencionado asintió con la cabeza felizmente ante las palabras de su hermano.

Magnus y Alec compartieron una mirada dudosa. La cara del nephlim era una clara pregunta silenciosa “¿Les ayudaste a preparar el pastel?” , y la cara del brujo era una clara respuesta “No te prometo que sea comestible”.

Alec tragó saliva.

—Seguro les quedó delicioso.

—¡Si! —exclamó Max con una gran sonrisa —. Pruébalo, papi.

Sopa de letras MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora