P -Peligro

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¿Ustedes han leído la historia de Thule? Deberían de hacerlo o saltar este capítulo si no quieres tremendo spoiler de lo que sucede. Igual los primeros párrafos son un pequeño contexto de lo pasó en Thule para que entiendan un poquito más lo que sucede si deciden leerlo a pesar del spoiler.

¿Será triste? Meh, es impactante más que todo.

Si no entiendes una parte, pregúntame, porque está historia esta medio revuelta JSJSA

Es tu momento de salirte si no quieres spoiler, no me hago responsable si lo lees a pesar de las advertencias :3

Disfruten

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Todo empezó cuando perdieron la Batalla del Burren, perdiendo también a Clary a manos de Lilith.

Jace seguía y seguiría unido a Sebastian.

Entonces, solo quedaban 4 del grupo original.

Pero, Sebastian invadió Idris, y creyendo que podía matar a Sebastian, Isabelle encajó la Espada Mortal en él. No lo logró. El rubio la mató en un instante.

Quedaron 3.

Simon, el pobre Simon, huyó de la batalla, jurándole a Jace Herondale que lo mataría. Nadie supo nada más del vampiro.

Quedaron 2.

Esos 2, Alec Lightwood y Magnus Bane, ayudaron a abrir un refugio con otros para ayuda con otros supervivientes. Catarina Loss, Aline Penhallow, Helen Blackthorn, Maia Roberts, Maryse Lightwood, Bat Velázquez, los niños Blackthorn...

De ese grupo, la mayoría murió.

Con Sebastian al mando de, bueno, todo el mundo, abrió portales para los demonios, provocando que los brujos enfermaran, convirtiéndose en demonios.

Catarina huyó para no dañar a nadie del refugio. Magnus le pidió a Alec que lo matara, que acabara con él. Alec se negó al principio, obviamente, no podía matar a lo poco que tenía en ese mundo de mierda.  Magnus no decía nada, solo se iba e intentaba controlar sus instintos.

Días después, ambos llegaron a una cueva en ruinas, cuando Magnus sintió que algo se apoderaba de él, algo malo, algo demoníaco. Empujó al nephlim contra una pared y estuvo a nada de dejarlo inconsciente por sus manos en su pálido cuello. Solo volvió a la consciencia por la voz de su novio intentando tranquilizarlo.

—Tienes que hacerlo, dentro de poco ni siquiera tú podrás hacerme volver —dijo Magnus haciendo eco por la cueva.

—Cállate, Magnus, aún hay esperanza. El agua del Lago Lyn, ¿lo recuerdas? Te podemos salvar, te puedo salvar.

—Alexander —suspiró —, sabemos que es imposible llegar hasta Idris, está infectado de demonios. Pero si me quieres salvar, mátame, por favor.

—¡No! —gritó desesperado —. Pídeme lo que quieras, pero no eso, sabes que no podré hacerlo.

—Si no lo haces tú, lo haré yo —le contestó —. Lamento ponerte en está situación, Alexander, pero de alguna forma u otra terminaré muerto, y preferiría que fuera por ti antes de que yo sea el que te mate a ti. —Magnus sabía que sus palabras eran crueles, pero quería hacer entender al pelinegro que matarlo era la solución.

Alec gritó de frustración. Sabía que el brujo tenía razón, en algún momento, Magnus se convertiría en un demonio y mataría lo que estuviera a su alrededor, él incluido.

—No quiero hacerlo —susurró.

—Lo sé, sayang, pero no siempre podemos hacer lo queremos.

Sopa de letras MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora