Sopa de letras Malec

Alec ¿Lightwood?

Bueno, hola de nuevo.

Verán, hoy les traigo un capítulo diferente. Resumiendo el chorro que seguro diría, es un, ¿qué pasaría si Jocelyn hubiera accedido a cuidar a Alec el día del Levantamiento? A esa pregunta, sumen drama y cosas que tal vez nunca pasaron, pero en Blairlandia si puede pasar.

Cambiaré algunos sucesos para mí conveniencia (y porque tampoco recuerdo algunas cosas), así que si pasa algo que no pasó en los libros, no me pongas "Nooo, Blair, todo mal con tu capitulo" ; ya lo sé, sé que probablemente falle en cronología o cosas similares. Aparte le presté Ciudad de huesos a una amiga y todavía no me lo devuelve.

Tampoco recuerdo cuál fue la información exacta de lo que le dice Hodge a Clary. A lo mejor en mi capitulo dije más o a lo mejor no, idk.

Disfruten :3

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Jocelyn arrulló al pequeño Alexander de un año mientras miraba con impaciencia la ventana. El bebé soltaba pequeños quejidos y la miraba atentamente detrás de sus ojos azules penetrantes.

El que esté aquí, cuidando a Alexander, ponía en riesgo todos sus planes, pero no pudo hacer nada ante la imponente órden de Maryse Lightwood pidiéndole que lo cuidara por unas horas. Sugirió que lo dejara con Céline, y su sugerencia fue descartada. Prácticamente, Maryse le dió al niño y salió corriendo.

Demonios, estaba segura que Valentine vendría pronto por ella y no tenía idea de cómo concluiría sus planes con un niñito pequeño. Adoraba a Alexander, era encantador para su corta edad, siempre sonrojándose por cualquier cosa que le dijeran, pero en este momento era una carga para ella.

Salió de la mansión Fairchild, no podía seguir arriesgándose así, era cuestión de minutos, tal vez segundos para que su marido llegara. Corrió hasta una distancia prudente y dejó a Alexander sentado detrás de unos arbustos que lo cubrían. El bebé comenzó a lloriquear al sacarlo de sus brazos, así que tomó uno de sus mechones rojos y acarició su naricita, sus párpados y mejillas, ocasionando que Alexander comenzara a reírse.

—Eso es, bonito. Ya estás bien, ¿verdad?

Alexander la miró sin comprender, pero aún sonriendo. La pelirroja puso un beso en su frente y corrió de regreso a su hacienda, lista para enfrentarse al demonio que tenía que llamar su esposo.

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Muertos, todos están muertos.

Las palabras de Valentine atormentaron a Jocelyn mientras corría despavorida por todo el bosque con Alexander en sus brazos.

Maryse, Robert, Michael, Hodge, y los demás miembros del círculo estaba muertos. Habían muerto en el Levantamiento.

¿Quién te cuidará, bebé? Pensó mirando al ojiazul que tenía su pulgar en su boca y lo succionaba, una imagen adorable.

Phoebe y Andrew podían hacerlo, pero la pareja era muy vieja para hacerlo. Ya habían criado a Robert desde hace tanto tiempo, que darles otro niño que necesitaba su total atención los fatigaría totalmente. Ella podía hacerlo, así como cuidaría a su nuevo hijo o hija. No Jonathan, él no era su hijo, era producto de los experimentos de Valentine.

Maryse le hizo prometerle que cuidaría a Alexander, y cumpliría su promesa como ninguna otra.

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