Sopa de letras Malec

C -Casa

Me he estado releyendo COHF y noté que nunca nos dicen como Alec se fue a vivir al loft de Magnus, así que dije, ¿por qué no?

¡Esto contendrá smut! Así que si no es de tu agrado, te recomiendo que lo saltes ;)

•°•

Estaba amaneciendo en Brooklyn, y una pareja, en un lugar que muchos conocen como el hogar del Gran Brujo, parecía no poder terminar de besarse, de acariciarse, de sentirse mutuamente, de comprobar que eran ellos y haciéndose promesas silenciosas sobre nunca más estar separados, al menos todo lo que sus vidas les permita. Esa pareja son Alec Lightwood y Magnus Bane.

Desde que habían vuelto de Edom, no habían tenido muchos momentos a solas. Tenían que dar sus testimonios de lo que pasó en la dimensión demoníaca, la recuperación de Magnus, los funerales de todos los soldados caídos...

El saber que uno de ellos ya no volvería a recordarlos, Simon.

Todo eso hizo que se impidiera volver a sentirse así como se estaban sintiendo ahora, como si todo fuera olvidado, menos ellos dos.

Habían vuelto del Instituto por la noche, después de que Alec terminará de suplantar a su madre una semana mientras ella se quedaba en Idris. El brujo fue por su novio y pasaron a tener una velada romántica en su loft, para después continuar su velada en su habitación.

Probablemente llevaban toda lo noche besándose, no necesariamente teniendo sexo, pero si frotándose entre ellos y brindando caricias mutuas.

Después de muchos besos, Magnus se apartó -¿Quién diría que mi garbancito es un travieso, eh? Toda la noche desnudo con su novio, ¿que diría la Clave de eso? - Esas palabras causaron un intenso rubor en el rostro del ojiazul.

-Bueno, después de varios meses, aprendí que me me importa un carajo lo que diga la Clave sobre mí. Estoy perfectamente bien donde estoy y con quién estoy.

Una gran sonrisa se apoderó del rostro del brujo y murmuró -Te amo, Alexander. No hay nadie que ame más que a ti. Quiero que seas lo primero que veo al despertar y lo último que veo al dormir.

-¿Qué se supone que es ésto? ¿Una propuesta de matrimonio? -preguntó Alec también sonriendo. Magnus dejó escapar una risita y siguió hablando.

-No lo llamaría propuesta de matrimonio, pero... -dejó la frase a medias por no saber cómo se tomaría su novio lo que tendría que decirle, ¿Aceptaría o lo rechazaría?

-¿Pero?...

-Sería una propuesta de que vengas a vivir aquí. Ya sabes, dejar tu ropa en el loft, hacer las compras juntos, alimentar a Presidente Miau, hacer el amor en cada rincón de la casa, pelear porque no podré decorar el loft con arañas en Halloween porque te dan miedo las arañas -siguió hablando Magnus pero se calló al ver que Alec no respondía y mantenía un rostro serio -O también puedes decir que no, no debes de sentirte presionado por aceptar, sabes que yo nun-.

Las palabras de Magnus murieron en su boca cuando con un salto, Alec se montó a horcajadas del mayor y le dió un lento y profundo beso y entre besos susurró-¿Estás bromeando, Bane? Nada me gustaría más en este momento que vivir contigo y aceptar todo eso que dijiste. Te amo, ¿si? Y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

-¿Si? -Magnus se separó del beso y preguntó con una sonrisa que cubría gran parte de su rostro. Si alguien quisiera saber cómo se ve la felicidad en persona, que viera a Magnus Bane en este momento.

-Si -confirmó Alec asintiendo y también con una sonrisa. Volvió a besar a Magnus pero este beso era más apasionado, con más frenesí. Después de unos minutos besándose, Alec empezó a frotarse contra su novio, empezando una erección en ambos.