Capítulo 5

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Todos me estaban esperando en la oficina de mi padre, al entrar la silla de mi padre estaba vacía y Santino estaba parado a la derecha de está como si mi padre estuviera allí sentado, no lo estaba, probablemente no lo estaría nunca.

Antonella, Aaron y Dom me miraron al entrar, traté de ignorar que sería yo quien les diera la noticia de que los hombres a quien amaban estaban desaparecidos.

- Toma asiento, bambino, siamo in attesa.

Antonella vestía un impecable traje para ir a trabajar, se veía muy hermosa, usaba como siempre su cabello suelto formando una cascada plateada en su espalda, era imponente y regia. Dom usaba un pantalón de chándal, se veía cansado, aunque acaba de despertar, ahora que ponía atención me daba cuenta de que tenía ojeras y parecía que su pelo estaba más cano que antes, incluso más delgado.

- Presto, el día es corto y... debemos prepararnos.

- ¿Qué está pasando? ¿Lo encontraron? ¿Saben algo de mi Richard?

Por primera vez vi desesperación en Dominik, miraba de Santino a mí con tal desesperación que solo pude agachar la mirada, no podía hacerle esto, no podía decirle que mi padre estaba desaparecido sin poder consolarlo.

- Amore mio, lo lamento, pero...

- La avioneta que transportaba a papá de San Petersburgo a la mansión... nunca aterrizó, estos últimos días lo han buscado sin éxito, además de que...

Todos los ojos estaban puestos en mí, dejé de mirar a Dom pues sentía que si lo miraba demasiado podría hacerle más daño, asi que me concentre en Aaron me veía confundido pero dispuesto a aceptar lo que le tuviera que decirle.

- Encontraron al tío Greg, lo encontraron sin vida en el hotel donde... Aaron lo lamento, no pudimos recuperarlo, perdón, perdóname.

Papá se desplomó en unas silla y Antonella corrió a auxiliarlo, yo me abrace a Aaron llorando, esto no había sido real hasta este momento, el tío Greg no volvería, no volvería a vestirse de Santa en navidad, no volvería a perseguirme por el jardín con una pistola de agua o se comería los chocolates de papá a escondidas, no volvería con Aaron.

- Está bien mi niño, no es tu culpa, son gajes del oficio, él era leal a tu padre, yo solo... necesito un momento, necesito...

- Lamento tener que decirles esto, pero necesitamos una coartada, una versión publica y un plan, las hordas se enterarán en cualquier momento, es mejor que sólo sepan lo que queramos.

Fue la primera vez que vi a Antonella de esa forma, se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y se paró frente a Dom como si tratara de cubrirlo, de protegerlo.

- Basta, necesitamos un momento, mi padre está desaparecido y tú estás tratando de poner a mi hermanito al frente de todo esto, acabamos de perder al tío Greg, el hombre que nos cuidó de niños, mañana lo hablaremos, pero hoy, necesitamos este día para llorarlo, déjanos.

Salimos de allí y no supe a donde ir, me sentía perdido, Antonella llevó a Dom a su habitación y Aaron se fue al sótano, el lugar donde tenía sus habitaciones, las que había compartido con Greg.

- Señor, sus clases de defensa. ¿Las tomará hoy?

Señor, ahora yo soy el señor de esta casa.

***

- ¿Qué hacemos?

- No lo sé ¿cuál era el plan de tu padre?

Amor Ilegal Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora