Capítulo 42

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La fiesta era a lo grande, una celebridad como Antonella Biagio no podía comprometerse en secreto y mucho menso tener una fiesta privada, asi que el salón estaba a reventar, lleno de socios de sus padres y desde hace un tiempo suyos.

Y aunque sus padres le habían dicho que su hermano no asistiría aun guardaba la esperanza de que apareciera en algún momento.

- Felicidades hermanita.

El cargado acento y la frialdad en la voz le estremeció, trato de simular una sonrisa antes de darse la vuelta y encarar a Mikhail Brooks, su hermano mayor.

Se veía diferente a la ultima vez que lo vio, vestía un traje a su medida que acentuaba de manera perfecta su figura, de hombros anchos y cintura estrecha era un hombre objetivamente muy atractivo, no sabía que debajo de todos esos abrigos de piel se escondía un hombre tan grande y fuerte, lo había imaginado diferente, ciertamente no se parecía a su padre.

- Gracias, supongo.

- Eres igual a tu hermano, con esa prepotencia. ¿No podrías ser un poco más amable con tu hermano perdido?

- Cuando aparezca trataré.

Todos la habían tratado siempre como si fuera dulce y tierna, y lo era, siempre y cuando lo merecieran, como su padre, Antonella había tenido que aprender a desenvolverse en ese mundo a fuerza y no iba a permitir que Mikhail llegara de la nada a arrebatarle a su hermano todo por lo que ella había trabajado esos años.

- Tenemos tanto en común, los hijos perdidos de Richard Brooks, pensé que serías más empática.

- Lamento decepcionarte.

Una mano fría se poso en su cintura y Antonella trató de no respingar, por la mirada de Mikhail podía confirmar quien era, ahora se sentía en medio de dos depredadores.

- ¿Interrumpo? Me gustaría tener un baile con mi hija.

La voz profunda de Dima nunca le había parecido tan tranquilizadora como en ese momento, juraba que ese hombre había desarrollado un sexto sentido después de que perdiera la vista pues aparecía en los momentos más y menos oportunos.

- Oh, la hermosa familia feliz, lastima que Valentino no pudiera unirse a la celebración.

- Estoy seguro de que le darás todos los detalles y disfrutaras hacerlo, dime, ¿Las putas de Moscú no te divierten lo suficiente?

Mikhail soltó una carcajada que fácil pudo ser confundida con la alegra de la fiesta, mientras Dima sonreía interpretando perfecto su papel, asi que Antonella tomó a su nuevo padre de la mano y lo sacó de allí antes de que las bromas se tornaran peligrosas.

- Del brazo cariño, me harás tropezar con algo.

Antonella se detuvo de golpe y Dima tropezó con ella, de nuevo había olvidado que el ruso estaba ciego y que la forma correcta de guiarlo era por el brazo.

- Lo siento, sólo quería salir de allí.

- Otro hermano insoportable, lo entiendo.

No era asi, quería confesarle al ruso que cuando se enteró que Mikhail era su hermano había pensado que podía ser libre, que podría ser el hermano mayor que siempre quiso y que le ayudaría a sobrellevar todo ese peso que había cargado por años. Pero no podía confiar en él, aunque quisiera.

- ¿En verdad quieres bailar?

- Claro que sí, lo que sea por fastidiar a Richard.

***

Amor Ilegal Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora