En esos últimos meses se suponía que las cosas deberían de mejorar, pero la verdad era que sentía que estorbaba en la relación de Dom y Dima.
Los preparativos para la fiesta de compromiso de Antonella se estaban llevando a cabo sin que el fuera consultado o al menos su opinión fuera tomada en cuenta.
Dom había insistido en que no invitarían a ninguno de sus "Socios", sólo a los Marsden y los Maxwell. Por supuesto invitarían a los Cruz, Antonella había hecho una conexión especial con uno de los de los Cruz que al parecer había logrado entrar a la escuela de nuevo inspirado por el trabajo que su hija había hecho en el centro comunitario que fundaron en su ausencia.
La casa se sentía más sola que de costumbre, pues Antonella estaba en su departamento y muchos de los hombres se habían retirado a descansar hasta ser llamados de nuevo, eso dejaba solo a sus escoltas personales en casa y el silencio de Dima que era como un abismo profundo en medio de todo.
- Estas pensando demasiado, puede darte un calambre o una embolia.
- No tienes tanta suerte.
Aún estaba maravillado con la forma de trabajar de Dima, tenia una memoria excelente y una confianza ciega en Dominik, sin ánimos de ofender.
- ¿Dónde está Dom?
- Creo que en una degustación o algo asi, no le digas, pero cuando comienza a hablar de la fiesta me desconecto.
- A mi no me dicen nada, ni siquiera sé si serás tú o yo quien la entregará.
Richard se sirvió un poco de wiski de la botella más cercana, Dima no bebía, lo veía siempre con una copa a su lado degustando el olor, pero sin que el alcohol tocara sus labios. Prefería la lucidez que el vicio, aunque Richard estaba seguro de que el único vicio de ese hombre era su esposo.
Incluso los médicos lo decían, Andreas Katsaros era su medico de cabecera y de algún modo también le estaba ayudando en el ámbito anímico, o simplemente era que estaba con Dom.
- Estás celoso. Descuida, no es mi intención participar, además quedamos en que, en el ámbito social, tú eres el esposo.
Se escucharon risas y una charla efusiva, al parecer estaban de vuelta, Dima e puso de pie para recibir a su esposo, Richard bajó el vaso y miró a la puerta, le gustaba ver a Dom sonreír, aunque las sonrisas nunca fueran para él. Dima tenía la desgracia de no poder verlo, aunque él fuera el motivo.
- Oh, los dos esposos, que bueno, trajimos mucho pastel y bocadillos.
- Bienvenido Kevin, me alegra que se divirtieran el día de hoy.
- Es tan formal señor Brooks, me hace sentir un niño de nuevo.
Richard recordó a ese joven tímido y asustadizo que conoció hace tantos años, por suerte de ese joven ya no quedaba más que su hermosa sonrisa y esos ojos llenos de luz, Kevin se había convertido en un hombre fuerte y en un gran padre, y Richard estaba muy orgulloso de poder llamarlos a él y a su hijo, familia.
Le tendió los brazos para estrecharlo con sincero afecto, mientras Dom lo observaba, aunque en esos años, habían cosechado una gran amistad, él italiano siempre supo que entre él y su amigo había una brecha que no podían salvar. Kevin siempre fue un inocente.
- Eres un niño. Abemos personas con un alma eternamente vieja y otro como tú, con una eternamente joven.
- No crea eso, estoy bastante cansado de la vida, créame que espero con ansia que mi hijo se case con la mujer que ama y poder ir con mi esposo, a estas alturas es lo único que anhelo.
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Amor Ilegal Libro 1
RomanceRichard Brooks está desaparecido y el rumbo de la organización esta en riesgo. Su hijo Valentino es el legitimo heredero de su cargo, pero es sólo un niño, asi que su hermana Antonella Brooks y su padre Domink Biagio toman el control para mantenerlo...