Capítulo 37

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Había muchas cosas que discutir, por supuesto, la primera, la ausencia de Santino.

Richard podía comprender que Dom lo hubiera dejado ir, después de todo, Santino siempre había sido leal a su esposo, pero estaba seguro de que este no comprendía de toda la deuda del italiano, no era simplemente saldada con su lealtad, Santino aprovechó su ausencia para retirarse.

Estaban reunidos en su oficina para ponerse al día con las noticias, durante los meses de ausencia todo había marchado como se esperaba, Mikhail había mantenido buenos resultados en su territorio al igual que Jiang Long en Asia, solo tenían una pequeña caída en el territorio de los corsarios, pero nada relevante y comprensible con la situación que estaban pasando en esos momentos.

- Muy bien, ¿Quién me va a explicar lo que pasó con Santino?

Obviamente no sería Dom quien lo hiciera, aun asi, Richard miró a su esposo pidiendo una explicación.

- Tenia asuntos urgentes, intereses personales que atender.

Antonella era tan firme como él lo había sido a su edad, estaba muy orgulloso de su hija y de la forma en que tomaba el control de la situación, quien diría que la había subestimado tanto como a Dominik, ellos dos habían mantenido su imperio durante su desaparición, habían asumido un cargo y una responsabilidad que no les correspondía, todo por proteger a Valentino, mientras este no lo valoraba.

- Eso no lo justifica, el territorio que el protege es muy extenso, es una rama con mucho dinero, es arte, especias, oro, piedras preciosas, es lo mas legal que tenemos, no podemos perder ese territorio de la noche a la mañana.

Dima reía por que Richard se escuchaba como si estuviera teniendo un ataque o algo asi, entendía la importancia de lo que decía, el territorio de Santino era uno de los más importantes, si no es que el más importante de todos, pues era el que servía en el lavado de dinero.

Además de que tenía a los hombres más leales entre sus filas, hombres en lo que habían confiado por años, incluso durante la muerte de Richard, tenía mucho que perder con su partida.

- No perdimos el territorio, simplemente ahora será un socio como Long o los Sauvageau, nos permitirá el comercio dentro de su territorio y por supuesto que tenemos su lealtad, simplemente...

- Simplemente le soltaste la cadena al tigre, Santino es buen hombre, pero es muy apasionado, por años nos ocultó lo de ese pequeño bastardo que adiestró a nuestras espaldas y que se a hecho de una reputación propia, liberándolo de la deuda, ese pequeño demonio puede matar a su padre y desertar de nuestro dominio.

Dima soltó una carcajada que sorprendió a todos, si Antonella ya lo imaginaba como un villano de pelicula esa risa se lo confirmaba, ese hombre tenía zafados unos cuantos tornillos.

- ¿De qué te ríes?

- Deberíamos cambiarle a su bastardo por el tuyo.

Dom le dio un golpe en el brazo a su esposo reprendiéndolo, pero este no parecía para nada arrepentido de sus palabras, Antonella no quería imaginar cual sería la reacción de Val cuando se enterara de la naturaleza de la relación de su padre con Dima.

Al volver del "secuestro" su hermano había dejado de hablar con ella casi por completo, juzgándola de traidora, cuando ella sólo había tratado de hacer lo mejor para él, siempre pensaba en los intereses de su familia por encima de los de ella.

- Estaremos bien, antes de irse redactamos un contrato donde él nos garantiza no interponerse en nuestros negocios y respetar los acuerdos previos, confía en mi papá, aprendí bien de él mientras estuvo aquí.

Amor Ilegal Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora