Capítulo 18

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Estaba en la oficina echando a andar el programa de rastreo, estaba seguro de que Dima se enfadaría, pero lidiaría con eso después, tenía que cerciorarse por él mismo si ese muchacho era Valentino.

- ¿Cosa stai facendo?

- Dima, al parecer tiene una pista, lo estoy rastreando.

Cada segundo que se tardaba el programa en buscar lo estaba matando, era un rastreo preciso y por lo mismo tardado, estaba buscando una señal muy pequeña en un mundo demasiado grande.

- ¿Le pusiste un rastreador? Intelligente. ¿Cómo es que no se dio cuenta?

- Está en su argolla.

- ¿Qué argolla?

Había tantas cosas que tenia que decirle a Santino y tan poco tiempo, Dom sentía una aprensión en el pecho que le provocaba la necesidad de buscar a Dima en ese preciso momento, sentía que, al encontrarlo, encontraría a su hijo y tenía un mal presentimiento en ese encuentro.

- Per favore amore mio, non dirmi che lo hai sposato.

- Te lo explicaré luego, ahora necesito encontrarlo, te prometo que es urgente, siento un mal presentimiento en este momento.

El monitor comenzó a emitir un sonido, la señal se estaba concentrando, Dima no había mentido, estaba a un par de ciudades, era al parecer un lugar cerca de las montañas en el bosque.

Las coordenadas no eran exactas o Dima estaba en medio del bosque en algún cerca de un lago en las montañas.

- Avisaré a Antonella que nos vamos, apunta las coordenadas, cercheremo tuo marito.

Santino salió de la oficina maldiciendo en italiano, Dom no podía pensar en eso ahora, sabía que la paciencia de Santino no sería eterna y que en algún momento tendría que darle explicaciones de sus actos, pero por más que lo pensaba se daba cuenta delo estúpido que sonaban incluso en su cabeza. No podía decirle que se enamoró de un muchacho veinte años mas joven y que se casó con el en un acto desesperado de demostrarle a Richard que ya no le pertenecía, que no era suyo y que no estaba a su merced.

La puerta se abrió de golpe haciéndolo estremecerse, Dom llevó su mano por inercia debajo del escritorio donde sabía que Richard y ahora Santino tenían un arma escondida.

Uno de los hombres lo miró con los ojos llenos de asombros, se veía pálido, como si acabase de ver un fantasma.

- Señor, lo encontraron.

Dom se quedó mirando un par de segundos al hombre tratando de comprender, el hombre estaba temblando de pies a cabeza mirando sobre su hombro como si alguien lo estuviera siguiendo.

- ¿Qué dijiste?

El hombre entró a la oficina, como si eso pudiese alejarlo de ese ser que le causaba tal terror, se acercó a Dominik y le susurró despacio, fue cuando Dominik comprendió que no se refería a Valentín se refería a Richard Brooks.

- Lo encontraron señor, está en...

No quería saberlo, no era momento de perder el tiempo por fantasmas, su hijo estaba en peligro y tenía que encontrarlo, sabía que Valentina no estaba con Richard ahora, de ser así no estaría ahora apareciendo de esa manera en su casa, Richard Brooks no merecía su tiempo, no merecía nada de él.

- Díselo a Santino, tengo otro lugar a donde ir.

- Señor ¿no me escuchó? lo encontraron él está...

Amor Ilegal Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora