Amor Ilegal Libro 1

Capítulo 27

Cuando llegó a casa entró directo a la oficina de su padre, Richard estaba detrás de su escritorio revisando algunos documentos, Valentino se acercó y los arrojó al suelo, necesitaba la atención de su padre, que le dijera que hacían esos hombres allí, pero, sobre todo, cómo era posible que fueran los lideres en Rusia.

- ¿Qué hacen aquí?

Richard lo miró con hastió, estaba cansado de los arrebatos de su hijo, había sido un tonto por creer que Valentino estaba listo para esa responsabilidad, como Dom le había dicho, ambos habían sido ciegos sobre la conducta de Valentino, uno por creerlo inocente y el otro por creerlo capaz.

- No sé a qué te refieres.

Con esos arrebatos su hijo le demostraba día a día que no merecía sus consideraciones, él había creído que Valentino era como él, que tenía sus agallas, su carácter y determinación, se equivocó, Antonella era quien contaba con esas virtudes, lamentablemente también con las de Dom.

Amaba a su hijo, pero no era ni la mitad de lo que era Antonella, mucho menos se asemejaba a Dima Kozlov, si tan solo no quisieran matarse entre ellos.

- Lo sabes bien, los rusos estan aquí.

- ¿A te refieres al equipo de limpieza, los que han venido a limpiar el caos que creaste, a detener a los latinos que se te salieron de las manos y terminaron baleando a uno de tus amigos? Iremos a ese hospital a lidiar con esto ahora.

Era humillante para Valentino, fue un estúpido al involucrarse con los latinos, su padre tenía como regla no involucrar a sus amigos y él lo desobedeció. Ahora tendría que ir y disculparse con ellos, odiaba disculparse.

Además, ahora esos fantasmas aparecían de la nada y lo ponían de los nervios.

- Respecto a los Kozlov, ya que estas tan involucrado con los latinos, feliz día de muertos.

- ¿Por qué me lo ocultaste, por qué no me dijiste que estaban con vida, que son tus socios, tan poco valgo para ti?

No, eso no serviría de nuevo, Valentino acaba de poner en riesgo la vida de personas inocentes, había arriesgado a esa familia deliberadamente, se había aprovechado de sus necesidades y ahora uno de ellos estaba herido, en el barrio latino había ocurrido una matanza porque él lo permitió y quería venir a jugar el papel del hijo sin amor.

- Exacto, porque no piensas, no eres racional, eres una bola de emociones que no se detiene cuando tiene que hacerlo, porque puse mi organización en las manos de un niño que no ha podido hacerse hombre, porque por tu capricho has puesto en riesgo a personas inocentes.

Richard podía ver la máscara de Valentino resbalarse y era devastador, como padres esperamos que todas esas cosas que nos cuentan de nuestros hijos no sean ciertas, creemos innegablemente en ellos, nos mentimos a nosotros mismo esperando que todo sea mentira, que recapaciten y maduren. Creyó que había criado bien a su hijo, le dio educación, le dio recursos y amor incondicional. Incluso lo puso sobre su hija, cuando ella le dijo que su hermano era cruel con ella, cuando le dijo que le tenía miedo a esa forma que tenía de mirarla, lo desestimó, era un niño incomprendido, hambriento de afecto, cargando con su pasado.

Se mintió a sus mismo.

Valentino siempre quiso ser primero, el único.

- No soy diferente de ti, papá se fue, lo olvidas, te dejó porque le mentiste y tu organización fue más importante para ti que él.

- No, me dejó porque tengo demasiado peso sobre mis hombres y él no podía cargarlo, porque no pude dejar a estos hombres que darían su vida por nosotros a su suerte, soy responsable de demasiadas vidas y muertes, y él no debería de cargar con ello, pero eso tú aun no lo entiendes, tu padre me dejó por darles ese lugar que ahora tienen.