Capítulo 4

1.3K 181 53
                                    


Santino estaba reuniendo a sus hombres molesto, es un hombre mesurado, pero no tolera la desobediencia, es muy estricto en todo, esa actitud pude funcionar con sus hombres, pero no con mis hijos.

- Es un niño

- Richard tenía su edad cuando comenzó con esto, yo mismo maté mucho más joven.

Matar, no podía imaginar a mi hijo con las manos manchadas de sangre, estos últimos años no puedo ver a Valentino sin imaginarlo como ese pequeño niño que Richard sostenía en sus brazos junto a un contenedor de basura, no puedo dormir en las noches pues escucho su llanto y no puedo verlo a los ojos sin sentir culpa por lo que le estamos haciendo.

- Él no es como ustedes.

Santino insistía en que Valentino tenía que aprender a manejar armas de fuego, yo me moría de miedo, era suficiente con todo lo que estaba pasando como para ahora saber que pretendían hacer de mi hijo un asesino.

- Tendrá que serlo, es inevitable.

- No puedo creer que le salvamos la vida para condenarlo.

Santino se toma todo con demasiada calma, estoy a punto de perder la razón, mi esposo no aparece y mi hijo está siendo entrenado por la mafia italiana, no puedo más, pero tampoco puedo derrumbarme en estos momentos.

- Ve a descansar, toma algo para dormir.

- No, quiero estar alerta.

Estoy harto de las pastillas para dormir, siento que no soy yo mismo, me mantienen aletargado todo el día sin poder reaccionar a todo lo que pasa a mi alrededor, necesito estar alerta, para cuando me den la noticia de su regreso.

- Per favore, amore mio.

Quiero gritar y salir corriendo a buscar a Richard, pero Santino tiene ordenes de no dejarme solo en ningún momento, sus intenciones son buenas, pero me siento atrapado en mi propia casa, incluso envidio a Antonella que puede ir del trabajo a su departamento y a esta casa si lo desea, incluso Valentino está viviendo una vida medianamente normal.

- Portami a fare una passeggiata, per favore.

- Mi piacciono gli uomini intelligenti, ma no, è pericoloso.

- Me siento encerrado, voy a enloquecer.

El teléfono de Santino comenzó a sonar, y este respondió la llamada haciendo un gesto de disculpa, necesito salir de esta casa y buscar a mi esposo, de algún modo tengo que escapar.

Santino maldijo al teléfono, y eso me alarmó, mi corazón dio un vuelco en mi pecho.

- ¿Qué pasó? ¿Es Richard?

- No, tuo figlio è scappato.

¿Por qué Valentino no puede ser más prudente? Ahora Santino lo encerrara a él también.

- No seas muy duro con él, yo mismo he pensado en escapar de esta casa.

- Es peligro, es ...

Me abrace a él, sé cuánto me ama, sé que la más mínima muestra de afecto le complace, nunca creí que fuera capaz de usar mis afectos como moneda de cambio, pero por mi hijo soy capaz de cualquier cosa, aunque él no lo crea.

- Es un niño, que lo busquen y lo sigan de cerca si no está en peligro, pero que no lo sofoquen o se revelara más.

- Bien, pero cuando llegue hablarás con él.

Amor Ilegal Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora