Había sido la última prueba del vestido, no había podido contener las lágrimas al ver a su pequeña hija vestida de blanco. Le había conmovido, por mucho tiempo pensó que sus hijos no podrían alcanzar la felicidad de una vida, normal, sij n tener que preocuparse de los negocios de Richard, el tomarlos bajo su mando no era un sacrifico si sus hijos podían ser felices. Dima le había dicho que Valentino había formado una familia con Leonardo y aunque le dolía que su hijo no se los hubiera contado en su momento lo comprendía. Entendía que su hijo se sentía traicionado, pero él había hecho lo que creía necesario para mantenerlo a salvo y lo volvería a hacer.
- Una vez lo intentamos, estábamos pasando por una mala racha y creímos que ponerle "variedad" nos ayudaría, pero fue horrible, no pudimos soportarlo, Dion fue el único hombre con el que he dormido.
- Espero que no esperes que Jacob sea el único de Antonella, crie a una hija libre e independiente.
Antonella se sonrojó ante las palabras de su futuro suegro, como dijo su padre ella fue criada como una mujer libre y había tenido su cantidad justa de parejas y amantes, no muchas, pero si las suficientes para llevar una sexualidad plena.
- Lo entiendo, no soy un mojigato, solo espero que no meta dos hombres a su cama como otroooos.
- ¡Espera! ¿Qué?
Estaban llegando al estacionamiento, en esa época del año los días eran más cortos asi que ya estaba un poco oscuro, se les había pasado el tiempo entre champagne y chocolates, por supuesto que Kevin había podido ver detrás de su sonrisa y había insistido hasta que Dom había cedido a contarle lo que había pasado con sus esposos, no esperaba que lo usara en su contra tan rápido.
Estaban riendo y discutiendo que no se dio cuenta a tiempo del peligro que corría, un auto derrapó frente a ellos y un grupo de hombres armados descendieron, sus escoltas apenas tuvieron tiempo de apuntar cuando fueron abatidos mortalmente, la nieve se pintó de rojo y Dom levantó las manos ordenando detener esa masacre mientras Kevin se escondía detrás de él aterrado.
- Basta, no disparen más, seguro soy yo a quien buscan, no es necesario desperdiciar más balas.
- Papá..
Antonella trató de acercarse, pero Dom le pidió que se alejara, su hija sostuvo a su suegro mientras este miraba aterrado de un lado a otro, eran unos ocho hombres armados, no traían equipo táctico, parecían de algún tipo de banda, como los latinos, tenían tatuajes en sus rostros y hablaban un español diferente el de Santiago y sus hombres, Dom necesitaba mantener la calma.
- No señor, aquí no se queda nadie, nos los llevamos a todos.
El tipo que era el portavoz hablaba con un inglés torpe y con mucho acento, Dom no creía que Santiago los hubiese traicionado, lo que significaba que algún nuevo cartel había entrado en la ciudad sin que se dieran cuenta.
- Déjenlo a él, él no tiene nada que ver con nosotros, es a mi padre y a mí a quien quieren.
Su hija era tan valiente como lo imaginaba, no arriesgaría a Kevin si podía evitarlo, pero esos hombres parecían no tener criterio propio se preguntaban entre ellos que hacer.
- Alguien tiene que dar el mensaje.
El hombre que habló levantó su arma y apuntó a Kevin, sin pensarlo Dominik se interpuso y tomó la mano del hombre con el movimiento que Dima le había enseñado desarmándolo, nunca pensó que podría usar ese truco. Apuntó al hombre justo en la cabeza, pero no jaló el gatillo.
- Les dije que no más sangre, iremos con ustedes, pero él se queda, Soy La Reyna, conmigo debería de bastarles.
Los hombres los miraron confundidos, pero al final uno de ellos escupió algunas palabras ininteligibles y el portavoz asintió, Dom le entregó el arma y se giró con su amigo, necesitaba que Kevin se tranquilizara, tenía que enviar el mensaje.

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Amor Ilegal Libro 1
RomanceRichard Brooks está desaparecido y el rumbo de la organización esta en riesgo. Su hijo Valentino es el legitimo heredero de su cargo, pero es sólo un niño, asi que su hermana Antonella Brooks y su padre Domink Biagio toman el control para mantenerlo...