Amor Ilegal Libro 1

Epilogo

Estaban todos en la oficina principal, Richard estaba detrás de su escritorio con ese enorme libro negro frente a él.

Antonella acaba de llegar, tenía un hermoso vestido blanco que le quedaba perfecto, todos se levantaron para recibirla, era su princesa, ellos su corte real.

Valentino estaba en un sillón casi al rincón flanqueado por Leonardo y Dema.

Dima escuchaba los corazones de todos, aunque el de Dominik era el que marcaba el ritmo del suyo, se estaba acelerando, estaba ansioso.

Era una decisión que se había tomado hace tiempo pero que no se había expresado en voz alta, era el momento de que cada uno ocupara su lugar.

- En realidad, no quieres ser nuestro heredero ¿O sí?

Valentino veía a su padre molesto, era como si le quitaran una figura de colección, algo con lo que no jugaría nunca pero que se veía bien en su vitrina acumulando polvo.

- Me llamarán bastardo, dirán que la sangre fue más espesa, seré el hazme reír de las hordas.

- Es un pequeño precio por la libertad.

Algo había cambiado en ella. Su hermana no renunció a la organización, al contrario, cuando salió del hospital pidió su coronación, fue presentada como la Princesa de la mafia, la orgullosa hija de Richard Brooks, Dominik y Dema Biagio. Se casó en una ceremonia en casa donde los lideres estuvieron presentes, todos menos los italianos.

- Uno que tú no quisiste pagar.

Valentino vivía en Rusia con Dema y Leoanrdo, Dema era el Snezhnyy Bars, Valentino el León Negro, sin que nadie supiera que había ocupado el lugar de Mikhail.

- Es solo un título, él quiere al heredero de Richard Brooks. Lo que no saben es que ya no tiene mucho que heredar.

Con la supuesta muerte de Richard todo había pasado a manos de Dominik, este por su parte se lo cedió a Dima, todas las nuevas adquisiciones pasaban directamente al ruso y era Antonella quien las administraba, si Dima llegaba a morir, todo pasaría a los nietos de los Biagio, no de los Brooks, asi que solo los hijos de Antonella heredarían algo.

- Todos hablan de dinero y posiciones. Pero, en verdad crees que puedas casarte con... él, porque, aunque Chris guste vestir de mujer, biológicamente no lo es.

Mikhail se sentía muy seguro de poder hacerlo, él solo tenia una debilidad y era las mujeres pequeñas y dulces, como Dom lo decía, Chris no lo era, así que el casarse con él era una formalidad, los franceses les darían su lealtad y ellos no comprometerían nada, las Hordas estaban inquietas por el silencio de los italianos, todos esperaban un baño de sangre en cualquier momento, la unión con Chris tranquilizaría a las Hordas.

- Y Longh, ¿No eran amantes o algo así? piénsalo bien, no queremos destruir su relación.

En esa casa no podían tomarse nada en serio, Mikhail estaba listo para ocupar el lugar que le correspondía en esa organización, casarse con Christophine Daniau Sauvageau era solo un escalón.

- Lo haré, me casaré con Christophine, la Duquesa de Sauvageau.