Capítulo 10

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Dima esperaba en la cafetería en la que Dom lo había citado, por Dema sabía que habían asistido a la muerte de un miembro de su familia, que habían despedido a un hombre muy importante para la comunidad, Dima escuchó las sirenas sonando por toda la ciudad, se le erizó la piel.

Hace unos minutos que Dema se había encontrado con Valentino y Dom aun no llegaba, estaba un poco nervioso, no quería que el mayor encontrara a su hermano con ese mocoso.

- Estás aquí.

Dima se giró, Dom estaba frente a él y se veía algo sorprendido, Dima soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo y sonrió

- Claro que estoy aquí, me dijiste que era importante.

Domink aun un poco incrédulo se sentó frente a él, el café estaba en un segundo piso y desde donde estaban se alcanzaba a ver la planta baja del centro comercial, con una enrome fuente y desde allí Dima alcanzó a ver a Valentino y Dema caminando de la mano, una punzada de celos le atravesó y Dom siguió su mirada.

- ¿Qué pasa?

- ¿Ese no es Valentino? ¿Sabes con quien está?

Dominik sonrió divertido, Dima se preocupaba mucho por su hijo, las palabras que Kevin le había dicho hace apenas un rato volvieron a su mente. No creo volver a amar a otro hombre, a menos que ese hombre sepa cuidar y valorar a mi hijo como Dion lo hacía.

- Sabes, debo admitir que por un momento pensé que eras tú con quien se vería, lo lamento.

- ¿No crees que es muy temprano en nuestra relación para celos?

Dominik palideció, toda la sangre de su cuerpo pareció desvanecerse y por poco se desmaya de la impresión, Dima se apresuró a asistirlo, pero Dom no podía dejar de escuchar esas palabras en su cabeza, solo que no era la voz de Dima con su marcado acento ruso. Estaba en la oficina de Richard Brooks rodeado de jarrones llenos de rosas, incluso podía olerlas, podía ver a ese apuesto hombre de piel aceituna y ojos grises mirarlo con picardía ¿No cree que es muy temprano en nuestra relación para celos?

- Dom, Dominik, estás bien? Debería de llamar a un médico.

Un poco agitado Dom recobró la compostura, no debería de pasar eso, no debería entrar en pánico por eso, su mente y corazón le jugaban una broma macabra, cuando por fin estaba considerando darle una oportunidad a ese hombre, Richard se aparecía en su memoria como un fantasma vengativo.

***

Dema estaba incluso más guapo que la ultima vez que Val lo había visto, tenían un corte moderno y el cabello muy rubio, era un estilo juvenil que le queda muy bien, ese día en especial parecía muy animado, escuchaba todo lo que Valentino tenía que contarle de sus compañeros en el colegio y no preguntó sobre el compromiso que había tenido más temprano.

- ¿Quieres ir por un helado? Sé que suena tonto, pero solo contigo puedo disfrutar de esas cosas.

- Claro, la verdad tengo ganas de comer toda la comida chatarra que encontremos, espero volver a Inglaterra con un par de kilos extra.

Valentino estaba resignado a regresar, ahora comprendía que la educación en ese lugar era la necesaria para su estilo de vida, no solo estudiaba negocios internacionales, leyes e idiomas, también les entrenaban en esgrima, tiro y lucha cuerpo a cuerpo, Val no era muy aplicado, pero era inteligente como su padre, algunos viejos profesores se lo aseguraban, Richard Brooks había dado muchos problemas en ese lugar.

- Sé que yo mismo te lo recomendé, pero te voy a extrañar, no es lo mismo escucharte solo por teléfono a tenerte aquí a mi lado.

- Lo sé, trataré de portarme bien y fingir lo suficiente en casa para venir en cada oportunidad que tenga, vendré para navidad, pascua, en el verano, incluso en Halloween si me lo permiten.

Amor Ilegal Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora