Amor Ilegal Libro 1

Capítulo 11

Había pasado un año desde que se había hecho el acuerdo con el nuevo proveedor en Rusia, y de momento ambas partes estaban complacidas, las entregas se llevaban a cabo en tiempo y forma, la calidad era excelente y el hombre estaba ganando reputación en el mercado, incluso se había mencionado hacerlo parte de las hordas para ganar su exclusividad.

Aunque en los últimos meses era Dominik quien lidiaba con los lideres siendo asesorado por Santino, el latino se mantenía al margen dejando en claro a todos que él solo era el asistente de Biagio, que quien tenía la última palabra era Dom y que pronto su hijo tomaría su lugar, el nombre de Valentino se mencionaba siempre en las reuniones y cuando el joven estaba en la cuidad algún líder se pasaba por allí para saludar al pequeño jefe.

Una tarde de agosto cuando Dom estaba saliendo de casa para tomar el té con Dima en ese café que se había vuelto habitual llegó un paquete de Rusia para él, en el su nuevo proveedor le enviaba un hermoso abrigo de piel blanca, el foro era de una tela muy suave y dorada, con botones de oro macizo y una nota que decía. "Para mi Reina Blanca"

La nota también decía que el hombre llegaría a la ciudad ese invierno y esperaba ser recibido por él en persona, que quería conocer a ese encantador hombre de voz serena y cálidas palabras.

Cuando se encontró con Dima en el café le mostró la nota y le contó de sus inquietudes.

- No sé qué tipo de intenciones tenga para venir aquí y querer conocerme, pero quiero que me acompañes y...

- Tranquilo, es solo un socio que quiere conocer en persona al jefe, olvidas que eres ahora el señor de todo esto, lidias con hombres más peligroso todos los días, tienes un ejército a tus pies.

Por la cabeza de Dom jamás había pasado que ese hombre tratara de dañarlo de una forma física o violente, le parecía que esa nota envolvía algo más íntimo, él había usado un abrigo parecido cuando fue con Richard a Moscú una noche en el ballet, habían visto el lago de los cisnes y Richard le llamó "Mi Odette, mi reina blanca"

Desde que vio el abrigo sintió escalofríos, pero con la nota, con la nota sintió terror.

- No, este regalo no es una casualidad, quiero que cuando ese hombre venga estés a mi lado, sea quien sea quiero que entienda que no estoy solo.

- Pero no lo estás, independientemente que esto sea solo una buena amistad... no estás solo.

Cuando Biagio había dejado en claro a Dima que no podían ser amantes, el ruso se había mostrado tolerante, le había dicho que esperaría por él, pero los últimos meses Dom había notado que la paciencia del joven estaba al borde.

- ¿Dima, quieres ir...? ¿Quieres escapar por un rato? Hay un lugar al que siempre quise ir, es un asador en las afueras de la ciudad, pasé por allí hace un tiempo, no es el lugar al que un hombre como yo debería ir, pero, es un lugar donde nadie me conoce y quisiera... escapar.

Dom había extendido la mano por la mesa tomando la de Dima entre la suya, trataba de esquivar la mirada del joven pues no quería que notara lo que sus palabras estaban insinuando, pero el joven no se dejó engañar, sonrió y levantó su mano besando los nudillos de la piel pálida de Dominik.

- Escapemos, ahora mismo, siempre traigo un casco soñando con este día.

***

Val estaba en su habitación, la tarde era fría y estaba lloviendo afuera, todo los chicos estaban en el comedor pero él había sido disculpado pues tenía una reunión con sus asesores, Santino había ocupado toda su mañana con los pormenores de los negocios de la familia, no podía distraerse, tenía que ponerse al corriente con todo, faltaban seis meses para que todo fuera legalmente suyo y Santino lo estaba bombardeando con información, sobre los proveedores, clientes y socios alrededor del mundo, la mayoría de los chicos irían a sus casas para el verano, pero Val iría hasta las fiestas decembrinas, y se quedaría en casa después de eso, ya no volvería a ese lugar deprimente.