Nunca te dije adiós 🌙 [Caché]

[Capitulo 16] "Pinchaglobo"

Pov. Poché
11:03 a.m.

—No sé que decirte Poch. La verdad ni siquiera estoy seguro si lo que estás haciendo es bueno o no para ti —dice sincero

—Ella aún me quiere Johan

—es que no puedes asegurarlo.

—Ella misma me lo dijo el otro dia —recuerdo con algo de ilusión.

—No, dijo que no podía odiarte y eso muy distinto.

—No lo es. Además lo ví en su cara cuando me llevó al hospital ayer —recuerdo con una sonrisa

—¿En dónde "por casualidad" tu médico era su cita de esa noche? —me recuerda y lo veo mal

—Ese tipo no me importa —contesto seria recordando cómo se le caía la baba por MI Calle— ella estaba ahí conmigo, acompañándome a mi, porque de paso, lo dejó plantado para ir a verme —respondo con suficiencia y él pone sus ojos en blanco

—¿no será que solo te llevó porque eres su pareja de presentación para el centenario?

—Que no —me quejo por centésima vez apoyando mi espalda contra mi cama.

—¿Quieres apostar?

Pongo los ojos en blanco —No

—¿Lo ves? Tampoco estás segura.  ¿Por qué mejor no sigues con tu vida y ya? Puedes fijarte en alguien más que no sea tan complicada.

Esto no era nada comparado con la tortura de no saber nada de ella y estar imaginando cosas en Los Angeles.

—Mi vida es complicada desde que me fui y no sé si lo olvidaste, pero si esto se quedó así es por mi culpa —le recuerdo.

—¿Entonces si la quieres recuperar porque te sientes culpable? —repite la misma pregunta que me hacía desde que le dije que pensaba recuperar a Daniela a toda costa.

—¡No! Ya te lo dije cientos de veces. La quiero recuperar porque ella es lo más lindo que he tenido. Porque sin ella fui y soy miserable. Yo jodí todo por un absurdo malentendido. Ni siquiera nos di la oportunidad de saber que estaba pasando con las dos y ahora, te juro sí ella me da la oportunidad, voy a hacer hasta lo imposible por recompensarla.

—De verdad pienso que es una locura. Ella ya está en otra liga, Poché. Tiene cientos de ofertas de trabajo apenas termine el año y ni hablar de sus pretendientes.

—No pues gracias por lo que me toca —me cruzo de brazos y él suspira.

—A ver, no lo digo de la mala gente. Es solo que ahora mismo, no las veo juntas. Además he visto cómo desecha a los chicos que se le acercan. No quiero eso para ti.

—pero debo intentarlo —digo cansada

—¡No! No debes. Dijiste que ya te había perdonado por lo que pasó. Ya no tienes nada que hacer ahí. Y a lo que iba antes, es a qué tú tienes todo para conseguir a la persona que quieras pero te mereces a alguien que tambien te quiera de verdad.

—quiero a Daniela.

—¡ella no!

—¿Entonces quién según tú?

—Pues no sé. Aida por ejemplo —se encoge de hombros

—¿Aida? Estás loco. Ella es solo una amiga —muy guapa y todo pero no la vería de esa forma.

—¡No! ¿Acaso no has notado cómo te mira? Cada que pasas parece Icaro viendo el sol.

Suspiro —da igual. Yo no quiero a nadie más.

—Pues piénsalo. No me gustaría verte sufrir otra decepción de nuevo.

Suspiro. Yo tampoco deseaba eso ¿Pero que más podía hacer? Ya había sido una cobarde por más de un año.

—Poch, míralo así.  Ninguna de las dos es la misma de antes. Tú te enamoraste de una persona que ya no existe. ¿Qué tal si no te gusta la nueva Daniela?

—¿Que tal si, sí me gusta? —rebato

—había olvidado lo terca y cabeza dura que eres cuando algo se te mete a la cabeza —murmura frustrado y sonrío triste.

—Ella en realidad, jamás pudo salir por completo de mi mente —reconozco algo avergonzada y mi amigo me mira con lástima.

—ni siquiera te ha respondido el mensaje que le dejaste en la mañana —Era cierto

—Tal vez está ocupada —intento defenderla pero en el fondo sé que me estoy mintiendo un poco también

—Si, de seguro que lo está. Pero si de verdad estuviera preocupada, al menos te hubiera preguntado cómo estás —ouch

—lo sé... —reconozco de nuevo bajando la mirada.

—De verdad lamento ser tu pincha globo, pero...eres como mi hermanita Poch. No quiero que sufras más. Y sí, tal vez te equivocaste, pero también es que estabas pasando por mucho y...

—tienes miedo de que la cague de nuevo

—No. Tengo miedo de que te des de lleno con la pared que es Daniela y salgas herida.

No respondo. Solo me abrazo a mi misma y recuerdo mi promesa a mamá.

No, no dejaría que el miedo me invada y gobierne mi vida otra vez —debo correr el riesgo.

—¿Sabes lo estúpido que es correr riesgos innecesarios? Llevas casi un mes intentando acercarte todos los días y ella no te lo permite. Es momento de dejar las cosas como están y después de su presentación, ya no la busques más. Por tu bien.

Mi mirada baja y me pierdo en uno de los cuadritos del piso.

También era cierto.

Las últimas tres semanas había intentado con todas mis fuerzas volver a acercarme. Me encargaba de que en cada ensayo nunca le faltara nada y buscaba pequeños detallitos que podían gustarle. Al principio solo obtenía caras de molestia, pero a veces podía notar pequeñas sonrisas cuando pensaba que no la estaba viendo y está última semana había sido todavía mejor.

Sí, mis avances eran mínimos, pero ahí estaban. No podía rendirme ahora.

—Él daño que le causé es muy grande, Joxi. Es obvio que no iba a ser fácil acercarme otra vez y la verdad es que tres semanas son nada comparado al  tiempo que nos hice sufrir a ambas —reconozco con amargura.

Tal vez si esa noche me hubiera detenido a pensar un poco más las cosas, no estaríamos en este abismo.

—Entonces vas a seguir esperando —me dice cruzándose de brazos y asiento firme—¿Y hasta cuando?¿Toda la vida?

—No lo sé —contesto sincera— hasta que logre una cita, una oportunidad y si ya no funciona...

—si ya no funciona ¿que? ¿Solo ahí te detendrás?

Asiento —Si me demuestra que de verdad no quiere nada conmigo. La dejaré ir sin mirar atrás.

—pero te lo dijo. Desde que llegaste te lo lleva diciendo e incluso está saliendo en citas a ciegas ¿No es eso suficiente?

—No. Todo lo que dijo desde que llegué, lo dijo porque está herida y con toda la razón del mundo, pero son solo palabras —le explico— otra cosa es lo que hace. Su mirada me dice que aún tengo la posibilidad.

Suspira cansado y se apoya en su silla.

Entendía su punto y sabía que lo único que quería era protegerme, pero ahora no podía permitirme dudar.

—Solo espero que sepas lo que estás haciendo.

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Hello bebés!! Cómo van? Sé que es muy tarde (o muy temprano) pero aquí les dejo un nuevo cap. Viene otro así que déjenme leer lo que piensan! Johan tendrá razón?  🔥🔥🔥🔥

@justjossc