[Capítulo 18] "Control"

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Pov. Calle
12:44 p.m.

—No estoy segura de que esto

—¿puedes dejar de sobrepensar solo un segundo? Ya lo hablamos. No te vas a morir por no tener el control un día —me responde poniendo los ojos en blanco.

—¿Y si nos estamos apresurando? ¿Qué tal si hay alguien adentro? ¿Qué tal si no quiere verme?

—¿Me estás jodiendo? Ella estaba dispuesta a ir con su pie malo solo para verte. Bájate y toca el timbre de una vez ¿Sabes cuál es su apartamento?

Suspiro y asiento despacio. La había acompañado anoche, pero aún así era raro venir como si nada —el del 5to piso.

—bueno, ve —me alienta de nuevo

—no quiero —respondo con los dientes apretados y el corazón latiéndome a mil por hora, pero prácticamente me saca de su auto para tocar.

—ay por favor, ya estamos aquí. Toca de una vez. No hagas que me baje, Daniela —me amenaza y pongo los ojos en blanco.

—Ya. ya voy

Camino hasta la entrada y veo los intercomunicadores del edificio. Oprimo el del quinto piso y espero impaciente a que nadie responda, pero al mismo tiempo sabía que si eso pasaba, estaría más preocupada. Si la loca niña había decidido salir estando me enfadaría mucho.

—Hola —escucho su voz y me paralizo— ¿Hola?

Laura me grita en silencio que responda y armándome de valor, lo hago. —Hola María José. Soy yo ... Daniela —Suspiro esperando a que responda pero no lo hace y mi corazón se va al piso— ¿Me escuchas?

Nada.

Lo sabia. Era una muy mala idea venir aqui. Una cosa era haberla traído por qué estaba lastimada, otra muy diferente era venir como si nada y sin ninguna invitación.

Bajo la mirada y decido regresar intentando no demostrar lo mucho que me afecta esto.

Laura baja del carro mirandome con curiosidad ¿Que pasó?

—nada. te lo dije. Esto era una idea muy mala —Ella se cruza de brazos.

—Tal vez esa cosa este malograda —intenta pero niego con la cabeza.

—Es obvio que no me esperaba y está bien si no quiere verme —digo intentando calmar mi adolorido orgullo mientras me mira con algo de tristeza, pero dos segundos después una leve  e inexplicable sonrisa aparece en su cara.

—Si es así, dime porqué viene hacia aqui —dice y enseguida escucho el clic de la puerta de entrada abriéndose.

—Calle —me llaman por la espalda y me giro intrigada para encontrarme a Poché caminando hacia nosotras con algo de dificultad.

No lo pienso dos veces. Mis pasos van a su encuentro y la detengo. No podía esforzar así su pie todavía. Ella de verdad era demasiado inconsciente aún para su propio bienestar.

—Oye, no debes estar caminando ¿Qué haces aquí abajo.

—Tu viniste —me dice obvia y aprieto los labios con dureza.

—solo podías haber contestado y ya. No tenías que bajar.

Se encoge de hombros —Da igual, esa cosa se trabó y ya estoy mejor.

—¿Segura? —miro hacia su tobillo aún vendado y enfundado en una pantufla gris de conejo ¡¿Por qué debía ser tan tierna?!— parece que aún te duele.

—En serio —asiente— ¿Viniste para asegurarte?

Suspiro

—Si, tenemos la presentación pasado mañana y no quiero que nada falle —respondo apelando a mi sentido de protección pero al ver su mirada caer, me doy cuenta que esperaba otra cosa.

Nunca te dije adiós 🌙 [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora