[Capitulo 48] "De nuevo en el fondo"

2.4K 187 29
                                    

Pov. Daniela

Dolor. Es lo único que puedo identificar.

Dolor en el cuello, la cabeza, los hombros.

Dolor en el pecho por el latido de mi corazón tan fuerte que incluso me llegaba a los oídos.

Dios... Parecía que se me iba salir en cualquier momento. Pero ni siquiera podía quejarme, parecía anestesiada. Inhibida completamente y fuera de mis sentidos.

Lo único que sé es que algo no va bien. Siento el peligro muy cerca y hay gritos. muchos gritos que al principio no entiendo, pero poco a poco se van haciendo más claros.

—¿Qué era eso? ¡¿Qué demonios le diste?! 

—Nada, no entiendo qué está pasando —las palabras suenan angustiadas— solo son... ¿Ella sigue tomando desinflamantes?

—¿Tú qué crees idiota? tuvo el accidente hace apenas dos semanas y para variar también por tu culpa.

—Ok, puede que sea solo una reacción alérgica

¿Alergia?  ¿Esto era alergia? Dios por qué estaba tan pesada... casi no podía respirar...

—¡Necesita ir a un hospital ahora! 

—Laura —musito reconociendo a mi mejor amiga, pero no obtengo respuesta.

—¡No! no es nada... solo... solo necesita dormir para que se le pase el efecto. Confía en mí, soy médico.

—¿Me estás jodiendo? Mira a Kenia y las otras, están igual. ¿Qué carajos son esas pastillas? ¡Responde!

—Amytal, solo eso... con... 

—¿Con qué?

—con un poco de fentanilo...

—¿Y qué demonios significa eso?

—Puede que sea un poco más fuerte de lo normal.

 —Tenemos que llamar a una ambulancia ahora mismo.

—¡No! Se hará un escándalo. Me van a quitar mi licencia. 

—¿Qué... pasa? —Intento preguntar, pero mi voz suena rota, sin fuerza y no sé si logran escucharme porque todo vuelve a desvanecerse en la nada y el silencio me lleva hasta la inconciencia.

[...]

Mi mente estaba confundida, ni siquiera sabía dónde estábamos y aunque estaba acostada, había un ardor fuerte en mis costillas. 

—Lau... —llamo otra vez más fuerte pero una punzada fuerte me llega hasta el interior de mi pecho.

—Tranquila —escucho su voz muy bajo y aunque mis alarmas se encienden, tengo todo adormecido— te sacaré de aquí.

¿Estábamos en un auto? 

Nos estábamos moviendo, eso era claro. Intento abrir los ojos y aunque solo logro hacerlo por un breve instante, puedo ver a mi mejor amiga sosteniendo mi cabeza sobre sus piernas y la leve silueta de un chico que juraría era Johan, pero tampoco tenía mucho sentido.

Ahora mismo soy un bulto que se aferra a la lucidez con la poca voluntad de saber qué está pasando. 

[...]

El tiempo parece una cosa sin sentido. No sé si han pasado minutos u horas completas, pero me siento envuelta en una niebla espesa que me impide moverme y pensar con claridad.

Lo último que recordaba fue el haber sentido un mareo raro que me hizo revolver estómago. 

—Poché... —jadeo llamando a mi amor porque en mi absoluto miedo y aletargo, la necesitaba más que nunca. Necesitaba sentir la seguridad de sus brazos, de su sola presencia, pero no obtengo respuesta.

Nunca te dije adiós 🌙 [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora