Nunca te dije adiós 🌙 [Caché]

[Capitulo 43] "Improvisando"

—Responde ¿Qué planeas? Y quiero la verdad Daniela —su voz suena dura y sus ojos me estudian impasibles.

—¿Me oiste? —pregunto más para ganar tiempo pero ella levanta una ceja y sé que todo.

—¿Tu qué crees? —me agacho— ¿Ya hablaras? ¿O tengo que sacartelo con cucharita?¿Qué locura harás ahora?

Pongo los ojos en blanco

—No voy a hacer una locura solo... —ushh hasta a mí me costaba decirlo— solo... iba a la inauguración de la galeria.

—¡¿Estas loca?! Sería como meterte en la boca del lobo.

—Lo sé, pero tengo que comprobar si lo que creemos es cierto. Mi papá ya me aseguró que ni él ni el abuelo tuvieron nada que ver con mi accidente y aunque no confío en ellos, quiero hacerlo.

—Asi que eso nos deja solo una opción  —responde diciendo en voz alta lo que ya veníamos hablando hace tiempo— Los Whiteman

—Si. No hay nadie más que se beneficiaría de mandar a ese loco a intimidarme y no puedo quedarme así. Tu misma viste las fotos Lau, ya están siguiendo a Poché.

—¿Y qué? ¿Piensas que yendo a enfrentarlos vas a sacarla de su vista? Si le pones más atención, será peor. Le estarás poniendo un foco de neón sobre su cabeza para llamarlos.

—Exacto. Por eso tengo que averiguar hasta qué punto saben de lo nuestro y convencerlos de que ella no me importa en lo más mínimo.

Laura me mira mordiéndose el labio preocupada. Estaba meditando mi propuesta pero yo no tenía tiempo que perder —Lau, por favor...

—No sé. Es que... Calle, Si el otro día te hablé del desayuno de inauguración, fue para que supieras lo que estaba pasando y te entretuvieras un rato, no para que fueras a plantarte ahí y ponerte en charola de plata para que te coman las hienas.

—Es mi única oportunidad, Laura. Es un evento en un espacio abierto, si tengo suerte solo estará Kenia y su mamá. Convencerlas a ellas será fácil, ya luego ellas mismas se encargarán de dejar de lado a Poché  —le explico

—¿Y qué va a pasar después? ¿Se pasarán la vida fingiendo?

—¡No! Solo... Es una medida temporal

—Es una muy mala idea, Calle.

—¿Entonces qué sugieres? —le pregunto cansada. Era la única idea que se me había ocurrido y también parecía mi último recurso por el momento

—Deja las cosas quietas por ahora. Ni siquiera te has recuperado bien.

—Es que si dejo pasar más tiempo, será más difícil frenar lo que sea que estén haciendo.

—¿Poché sabe de esto? —niego con la cabeza. Era obvio que no iba a estar de acuerdo si se lo decía.

—No y no puedes ni siquiera insinuarselo

—esto me huele a lío, Calle. Y no uno chiquito.

—Lo sé, pero debo intentar algo al menos.

Me estudia y luego de un largo minuto, baja la cabeza rendida —Bien, pero yo voy contigo.

El camino hacia el dichoso evento fue corto, había pensado en tomar una taxi y cambiarme en un baño o algo, pero con Laura llevándome se hacia relativamente más sencillo. Así que nos estacionamos dos cuadras atrás para esperar a Erika y cuando la ví, me di cuenta que se había tomado muy enserio eso de que nadie la viera.

Ella estaba vestida toda de negro, con el cuello de la gabardina subida e incluso lentes oscuros. Como si fuera un agente secreto.

—¿Ahora somos la OSS? —me pregunta Laura con sorna y no puedo evitar soltar una risita con su referencia a miniespias.