Capítulo 76

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Sus pesadillas comenzaron después de volver a casa, después de haber encontrado esa carta escrita por su amado días antes de entregarse, una carta sin elaboración alguna, únicamente con palabras honestas, profundas y dolorosas para Chanhee. ¿Ese era el propósito de Sunwoo? Era más que eso, buscaba ser abandonado entre la mente de su chico, como lo fue en un principio para sus padres.

Cada noche le era imposible dormir, sintiendo esos sueños como hechos reales. Ver frente a él morir a Sunwoo explícitamente, a veces lo veía también en el lugar en el que alguna vez estuvo Chanhee cuando fue secuestrado por Yubin. Cada una de esas pesadillas siempre ocurrían entre la madrugada, despertando con lágrimas en el rostro junto con gritos agonizantes. Ciertas veces negaba la muerte de Sunwoo de manera inconsciente, teniendo a su madre todas las noches para calmarlo, cantando para él, abrazándolo y brindándole todo el cariño posible.


—¡¡No!! ¡¡Sonnu!! ¡¡No le hagas nada, por favor!!


Sus sollozos y gritos desesperados, cada noche sin falta alguna. Atormentado por fuera y por dentro, porque que mencionar del resto del día en sus primeros días de ruptura, recostado un día entero en la cama, únicamente viendo su ventana, viendo a través del cristal los panoramas diferentes que la naturaleza le brindaba. Días soleados que lo hacían sentir débil. Días nublados que le traían nostalgia. Días paralelos brindándole emociones diversas, ¿y qué decir de los días lluviosos? Su mirada se perdía entre cada gota, deseando que fuera una noche de risas y alegría donde tal vez resbalaría junto con su amado.

Sus idas al teatro fueron más irregulares de lo que tenía planeado, claro, distraerse un poco y esforzarse en sus pasiones tampoco le ayudó a olvidar o dejar a un lado sus sentimientos, al contrario, incluso allá se sintió como un fantasma, estando ahí pero a su vez no. Pronto su madre le recomendó ir a la empresa como otro método de distracción, otro lado el cual no sirvió en lo absoluto. Escuchaba negociaciones de otras empresas, viendo presentaciones de varios empleados dentro del edificio recomendando nuevos proyectos para mejorar la compañía, tantas cosas y ninguna entraba a la mente de Chanhee, dejándolo con una mente cerrada, demasiado difícil hacerlo hablar o tan siquiera aceptar una oferta negociable, pues su ruta de CEO estaba por llegar.

Doce con quince de la tarde y su camino por almorzar comenzaba, colocando un gorro color negro sobre su cabeza acompañado de una sudadera negra y pantalones del mismo tono, la única diferencia eran sus tenis, un color tan blanco y tan notable. Aquellas prendas tan cómodas y calientes debido al invierno que estaría por venir, recién caía el 17 de Diciembre y podías sentir el clima llegar apenas a niveles bajos. Siguió caminando en busca de un buen restaurante, mirando por todo su alrededor pero ningún restaurante era de su atención, así que siguió a pie dando con un parque, sin pensarlo llegó al lugar viendo primero unos columpios, sonriendo despacio para él.

Al tomar asiento, sostuvo una de sus manos en la cadena del lado derecho, moviendo sus pies de enfrente hacia atrás manteniendo estos juntos, sintiendo cómo poco a poco se balanceaba. Mes y medio desde la muerte de su amado y sin embargo se sentía en la misma burbuja de tristeza, extrañandolo día tras día, leyendo su carta tomando esta como su lectura favorita, la cual leía todas las noches con un enorme hueco en el corazón. Entre ese objeto y la sudadera gris del chico, era lo único que mantenía de él para sentirlo cerca, una ruptura difícil vaya.

—Hey, Choi—escuchó una voz a lo lejos, viendo pronto una sombra acercarse a él. Levantándo su cabeza un poco más, de Hyungseo se trataba, notando como el peli negro sonreía para él, de esas sonrisas cuyas apenas las ves y te transmite esa energía—, tanto tiempo. —y el castaño sonrió despacio.

—¿Tú en la ciudad? —preguntó Chanhee mientras veía como el contrario se sentaba en el columpio vecino, vistiendo de un saco color café claro, pantalones negros y zapatos del mismo color.

—Vine a visitar a alguien.

—Hmm..., déjame adivinar... ¿A ella?

—Desde las diez de la mañana estuve con ella, suelo verla a mediados de mes cada mes, sólo que... no puedo estar todo un día entero con ella.

—¿Por qué?

—Dos razones. Una, estoy siendo buscado por otras familias. Dos, si me ven con ella... bueno, sólo te diré una cosa, "caos". —Hyungseo finalizó con una sonrisa, desapareciendo aquella en cuanto repasó sus propias palabras, y Chanhee al verlo, pudo descifrar inmediatamente su sentir.

—¿Te gusta pasar tiempo con ella, cierto?

—Dime, ¿A quién no le gusta pasar tiempo con las personas que ama?

Chanhee como respuesta suspiro irónico, acordando a toda la pregunta, una tan simple que le trajo varias memorias.

—¿Has... sabido algo de Sangyeon? —Hyungseo negó con la cabeza, cambiando la dirección de su mirada hacia el frente viendo el panorama que se le mostraba. Por otro lado, Chanhee asintió leve con la cabeza, ciertas veces en las que el mayor se le venía a la mente, preguntándose ansioso dónde estaría, pues con el paso de sus días comprendió la situación, no de la manera que lo quiso hacer, pero lo hizo teniendo bastante curiosidad en la ubicación del chico, en esa persona tan preciada para Sunwoo aunque no lo demostrara ni a través de la manera en la que lo miraba—. Me di cuenta que... aún y Sangyeon nos hubiera dicho algo... tal vez... Sonnu tuviera el mismo destino...—hizo una pausa, teniendo una carga encima de lo que estaría por decir—, por mi.

—Yo no lo veo así, Choi. Kim es... Kim, y quieras o no, solamente ve por sí solo, sea lo mejor para él, y en este caso contigo... para ustedes, ¿Te has puesto a pensar en las consecuencias que podrían haber si no se entregaba? Tuviéramos o no las grabaciones originales, Yubin es capaz de hacer cualquier cos-

—Entréname. —interrumpió tan pronto y escuchara la última oración del chico, causando que Chanhee creara miles de escenarios en su mente—. Tienes razón, ella es capaz de hacer cualquier cosa, pero no es justo.

—Choi...

—¿Qué? —atacó enseguida levantándose de su asiento y mirando al peli negro directa y profundamente, expresando por medio de sus ojos ese sentimiento tan lleno de venganza que mantenía—. ¿Me voy a quedar así sin hacer nada? ¿Solamente pasar mis días pensando que pude hacer algo para evitar la muerte de Sonnu? ¿De la persona que amé, que amo? —su voz rota pudo ser detectada a prisa, causando que Hyungseo se levantara del columpio y estar a su altura.

—¿Estás seguro?

—¿Te parece que estoy bromeando? —ambos se miraron directamente. Mientras Hyungseo mostraba unos ojos preocupantes, Chanhee mantenía los suyos serios que de cierta manera llegaban a intimidarte, miradas primerizas para Hyungseo. Finalmente asintió con la cabeza, y Chanhee al no tener mucho que decir, lo miró de reojo afirmando una sola vez con la cabeza dando a referencia un simple gracias. Una visita rápida que como final, ambos chicos se fueron por direcciones contrarias. Aún no sabrían cómo, pero Chanhee se aseguraría de no dejar las cosas en una sencilla hoja en blanco.

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𝐄𝐆𝐎 [Sunnew] ©︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora